En los últimos doce meses, o en contraste con la misma época pero de 2018, se ve una caída de 11% en el consumo interno de carne vacuna. Ahora, los argentinos consumimos un promedio de 52 kilos por habitante por año.
Sobre eso dialogó con Radio Campo -por Radio Colonia- la asistente de Promoción Interna del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, Eugenia Brusca, que explica que esto se relaciona directamente con la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores locales, que ha sido de un 12% en el último año.
Sin embargo, es una cuestión económica, plantea, ya que “las preferencias siguen firmes”. Han hecho desde el IPCVA un estudio sobre los consumidores argentinos y desmuestra que cualquier recomposición del salario permitirá recuperar esa pérdida del consumo interno.
Brusca explica que, lentamente, ya se ve una recomposición del salario y las paritarias, por lo que su visión es que en el corto plazo empezará a verse también lentamente un incremento en el consumo de carne vacuna.
Además, a la vez, en relación con los otros alimentos la carne no ha subido su precio en los últimos meses. “Estamos por debajo del aumento general, y eso también incentiva”, explica, y agrega que el pollo y el cerdo aumentaron, por lo que se permitirá en el corto plazo una incorporación de lo perdido para la carne vacuna.