El mercado interno para los lácteos está muy deprimido y los precios están a la baja, contaba en diálogo con Radio Campo -por Radio Colonia- el Presidente de la Asociación de Pymes Lácteas, Pablo Villano, que adelanta que se suman al pedido de Emergencia.
Así, el dirigente asegura que hubo un repunte de producción de 2% en agosto de este año contra el mismo mes de 2018, en septiembre también aumentó la producción, y eso dio un pequeño excedente. El problema es que hay más lácteos que gente con dinero para comprarlos.
El mercado interno no absorbe esta suba de producción y eso genera que se bajen los precios, con el agravante de que las industrias intentas resistir para no bajar el precio al productor, que después de las PASO no sólo afrontó la sorpresa de que Alberto Fernánez podría ser el nuevo Presidente, sino que vio cómo sus costos, dolarizados, se encarecían casi 30% por la devaluación.
¿Y la exportación?
Villano explica que el principal comprador de lácteos es Brasil, que consume el 60% de lo que exportamos. Sin embargo, cuenta, están actualizados y al día, por lo que saben de nuestra devaluación. Así es que la cotización de una leche entera, que estaba en el orden de los 3.200 dólares la tonelada, hoy llega 2.850, y los quesos y muzzarellas que llegaban a 3.400 dólares la tonelada, ahora pisan los 3.000.
Es decir, la cotización baja en función de lo que se devalúa el peso argentino. Pero no es ese el único problema sino que remarca que las operaciones están “muy tranquilas”. Directamente, cuenta, no ven un mercado que demande lácteos.
De hecho, explica que en definitiva el precio no es lo más importante porque, como no pueden venderlo en el mercado interno, lo envían al exterior al precio que sea. El problema principal es esa falta de demanda que tampoco hace fácil la colocación en el mercado internacional.
Por todo ese contexto es que están pidiendo, nucleados en una solicitud general de CAME para todas las PyMEs, la Emergencia.