Faltan quince días para la Noche Buena y sabemos que, si bien ha disminuido su uso, todavía mucha gente acude a la pirotecnia para festejar la Navidad. Por eso es que, el médico veterinario y columnista de Palabra de Campo -por Radio 10- Marcelo Zysman, ya emprendió su campaña concientizadora contra el uso de la misma y revela los tips principales para evitar que causen daño a nuestras mascotas.
En principio, contó que hay muchas empresas que ya han reperfilado su estándar de ventas y ya no comercializan pirotecnia sino luces de artificio. La idea, dice, es apostar a pensar qué hacer con los animales de compañía cuando se acercan las fiestas.
En el caso de los gatos, dijo, que es mucho más probable que se quede en casa aún cuando festejamos fuera la Navidad, la clave es permitirle acomodarse donde él quiera. “A ellos no los impacta tanto la pirotecnia o al menos lo hace en menor medida que en los perros, así que es fundamental dejarlos con agua y comida en sus hábitats naturales”, agregó.
Pero para los perros, los cuidados son mayores. “Si lo pasamos en nuestras casas, los perros se quedarán ahí y es importante que otros familiares o amigos no traigan los suyos para que puedan estar tranquilos, cerca nuestro”, suma.
Para el especialista, no es necesario darles medicaciones, salvo que su veterinario de cabecera lo haya indicado y prescripto. En el caso de que el perro esté muy nervioso y el dueño sepa que la pirotecnia le impacta mucho, debería dejarlo en un ambiente que él reconozca, relativamente en penumbras, ventilado y con un poco de agua. Es conveniente poner música que esté acostumbrado a escuchar, o dejar la televisión encendida.
Por otro lado, es clave subir el volumen, porque su impacto sonoro choca contra las ondas exteriores. Y si bien las exteriores son ondas más fuertes, las interiores están más cerca, entonces se amortigua un poco el sonido y la vibración ambiente.
Hay que tener ciertos cuidados, explica, porque los perros que se intranquilizan con estas situaciones puede, en algunos casos, no volverse agresivos pero sí tener respuestas que están fuera de lo común. Por eso, deberá cuidarse a los niños y ancianos.
En caso de irnos de nuestros hogares y que los perros se tengan que quedar, es momento para pensar en usar tranquilizantes. “Quiero que quede claro que es bajo prescripción médica que se deben utilizar, porque son drogas que hasta pueden matar a un perro, y muchos de los fármacos que se suelen vender para esto lo que hacen es que no puedan comunicar lo que están sintiendo, pero no que dejen de sentirlo, por lo que quedan prisioneros en sus propios cuerpos”, concluyó.