Los productores agropecuarios del norte del país fueron de los primeros en salir con acciones concretas a rechazar la suba de retenciones. Es que, según explican, el impacto sería mucho mayor para ellos y la línea de supervivencia de esos agricultores está cada vez más cerca.
Sobre eso dialogó con Palabra de Campo -por Radio 10- el tesorero de la Asociación de Productores Agropecuarios del NOA (Apronor), Pablo Grandval, que explica que “desde el día uno, como todo el campo argentino, rechazamos las retenciones; pero nos ponemos firmes porque nos pega mucho más a nosotros”.
“El nivel de rentabilidad es tan bajo que en algunos casos ya supera la línea de superviviencia de esos productores”, contaba, y agregó que es por eso que siguen pidiendo que la producción de granos en el NOA y NEA sea considerada como una actividad del complejo de economías reginoales.
Según explica, no se trata sólo del alto costo por flete como consecuencia de la distancia de los puertos, sino que además se suman otras variables: las condiciones agroclimáticas también hacen que los rindes promedio anuales sean mucho menores que en “el sur”.
“Si bien puede parecer que los costos de insumos son parecidos, acá se invierte mucho más por la incidencia de malezas e insectos, y encima igualmente los rindes terminan siendo menores”, afirma.
Por eso es que Grandval hace hincapié en que las retenciones segmentadas o los “mecanismos de compensación” que pondrían en marcha para los pequeños productores “no sirven” a los del Norte: “No queremos retenciones segmentadas por la cantidad de hectáreas que tiene cada productor, porque acá lo que ocurre es que el rendimiento es mucho menor por hectárea, entonces se puede tener muchas más hectáreas que un pequeño productor del sur, pero lograr igual o menor producción”.
Para él, las retenciones segmentadas que propone el Gobierno de Alberto Fernández “sólo buscan dividir políticamente al sector agropecuario”.