El mercado inmobiliario rural está en su menor pico de actividad de los últimos seis años, tras seis meses consecutivos en baja, con un efecto fuerte de las PASO, la incertidumbre y las primeras medidas del Gobierno para el sector. Sin embargo, es una buena alternativa para quien tenga capital, por varios factores.
Sobre eso dialogó con Radiocampo -por Radio Colonia- el presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales, Javier Christensen, que comenta que el último reporte de CAIR marca que el mercado está en los niveles más bajos de los últimos seis años.
Mensualmente, la Cámara difunde un índice que muestra el movimiento de transacciones de compra-venta y arrendamientos de campos, y el del mes de diciembre fue de 16,27 puntos, 22,5% menos que en el mes anterior, acentuando la signifiticativa caída de la actividad. Este, dijo, es el mes más bajo desde febrero del 2014.
A nivel interanual, la caída fue de 17%. Lo que advierten es que esto refleja la crisis en la que está sumergido el país, y si bien creen que las condiciones globales ayudarían a una pronta recuperación, sostienen que el tándem política-economía daña con fuerza los intentos de superarlo.
El foco está puesto en lo que pasó en los últimos meses en Argentina: a la devaluación que venía dándose en los últimos dos años, se le sumaron las elecciones primarias (PASO) y una incertidumbre muy grande, más la suba de retenciones que llegó apenas asumió el nuevo Gobierno.
Christensen insistió en que, de todas maneras, las crisis de este tipo se vuelven una oportunidad para invertir en el mercado inmobiliario rural. Sobre todo, dice, teniendo en cuenta que en los últimos 40 años la tierra de Argentina tuvo un revalúo anual promedio de 5%, que sube al 8% si se promedian solo los últimos 25 años.
“Por eso, el que pueda comprar un campo ahora o en los próximos meses va a encontrar un precio o valor de mercado que es más bajo que la media, y se vuelve una buena alternativa como resguardo de valor. Además, la renta del campo es una herramienta tentadora, más allá de no parecerse a la financiera ni alcanzar sus niveles por cuestiones que ya conocemos”, concluyó.