La economía es el segundo foco de análisis más importante para el Gobierno nacional por estos días. A dos manos, una sobre la salud pública y la otra para contener los sistemas productivos y el empleo, la administración de Alberto Fernández se enfoca sobre algunas cuestiones particulares. Acerca de eso habló con Radiocampo -por Radio Colonia- el director del Centro de Economía Política Argentina, Hernán Letcher.
“El gran desafío es no tener niveles de desempleo extremadamente elevados para cuando pase esta pandemia, más allá de que podría verse un escenario de retracción de los salarios en algunos casos”, sostiene el economista.
Para Letcher, la clave es ir logrando que las empresas “no quiebren”. Más allá del hecho de tener que cerrar o caer significativamente en ventas, “el objetivo es conseguir que esas empresas estén en condiciones de volver a abrir sus puertas cuando termine el aislamiento”, asegura.
“El Gobierno tiene una orientación correcta y va en línea con la que aplicaron la mayoría de los países del mundo. La discusión es cuánto se extiende esta cuarentena, porque es muy diferente lo que puede pasar si esto termina a fines de abril que lo que sucedería si el Gobierno blanquea que estaremos así hasta el inicio de la primavera”, aclara.
¿Por qué? Básicamente, y entre otras cuestiones, por lo que eso implica al Estado. “Lo que se está usando para el Ingreso Familiar de Emergencia hoy por hoy son unos 80.000 millones de pesos mensuales. Si lo estiraran hasta la primavera eso totalizaría una salida de dinero por hasta 400 mil millones de pesos para el Estado”, dice.
Y, explica, ese es sólo el ejemplo de una de las políticas de Estado que está implementando el Gobierno. Para las empresas, dice, el hilo es más delgado: “Ahí hay que hacer un trabajo a contrarreloj analizando cada actividad. Por ejemplo, la del turismo está totalmente planchada y ahí el REPRO puede no ser suficiente”. A través de ese programa se brinda a trabajadores una suma fija mensual remunerativa de hasta un salario mínimo, vital y móvil por 12 meses.
“Habría que analizar bien el tamaño de cada empresa, claro, porque para otras con más espalda es menos difícil aguantar esto. Pero es importante que se estudie de manera sectorial la escala de la empresa y la morfología del mercado, para entender si lo que se le está dando es suficiente y para cumplir con el objetivo de máxima: que las empresas puedan volver a abrir cuando se dictamine el fin de la cuarentena”, concluyó.