La Asociación Argentina de Productores Autoconvocados le envió una carta al Presidente de la Nación- Alberto Fernández- expresando el descontento al no sentirse representados por el Consejo Agroindustrial Argentino. En este contexto, Agrolink Radio dialogó con Silvio Montenegro, productor autoconvocado del sur de Santa Fe.
“Las personas que conforman el CAA, durante los últimos 20 años se vienen beneficiado a costa de los productores”, disparó Montenegro.
Según indicó el referente, desde enero de este año, el grupo de productores autoconvocados viene expresando su voz a través de las redes sociales, ya que es el único espacio donde pueden hacer sus reclamos.
“Si queremos seguir siendo productores agropecuarios, tenemos que hacer algo. Yo quisiera no desaparecer, y si no hacemos algo, vamos a formar parte del 50% de productores que desaparecieron en el ´70”.
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La indignación con el CAA es porque, a través de la diferenciación “industria/ sector primario”, sacan ventajas impositivas. Pero, “nosotros no producimos materia prima, producimos bienes elaborados. Porque le agregamos genética, tecnología, utilización de insumos, tratamos de hacer un mejor uso de todas las técnicas disponibles para cuidar al medio ambiente. Entonces es un error que se refieran a nosotros como el sector primario y nos quieran aumentar las exportaciones porque nuestro producto no es elaborado”.
Como bien dice Montenegro, ésta es una guerra larga data, “una guerra que nunca le convino al productor”. “ En 16 años, desaparecieron más de 80 mil productores. Creo que tampoco ha favorecido a la industria, porque se concentró. Pero, sí favoreció a los que quedaron y se hicieron mucho más grandes. Los productores no pudimos crecer en la misma medida”.
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En cuanto a la participación de las entidades que representan al sector dentro del CAA, sostuvo que tienen que estar, pero que no son representativos. “Debería haber una sóla entidad más fuerte que nos represente a todos. Alguien que cuando quieran establecer un diferencial entre industria y producción, se levante de la mesa y se vaya, porque la producción agropecuaria sí es representativa, ellos industrializan nuestra producción”.
“De qué sirve seguir sacando ventajas de un sector que cada vez está más disminuido. Un sector que ha aumentado la producción de 30 millones de toneladas en el final de la época de Alfonsín, hasta 147 millones de toneladas hace dos años. Un sector que siempre ha respondido, arriesgando con sequía, inundaciones y piedras. Dificultades climáticas que no sufren los industriales”.
