Si bien continúa el superávit comercial, los menores niveles de comercio mundial ante la pandemia, sumado a factores domésticos, vienen potenciando la reducción del intercambio del país con el resto del mundo. En ese sentido, los datos adelantados de AFIP marcan para agosto una fuerte caída interanual de las exportaciones de 25,1%, junto con una reducción de las importaciones de 16%; con esto, las exportaciones habrían excedido a las importaciones en 1.150 millones, pero en una cifra 15,4% menor a la de julio, sostiene la Bolsa de Comercio de Córdoba.
Entre los múltiples factores que inciden en este desempeño, las distorsiones cambiarias y cierta falta de dinamismo de la oferta, a pesar de la gradual recuperación del comercio mundial estarían afectando la evolución de las exportaciones; por su parte, el estancamiento en la recuperación de la economía junto con las fuertes restricciones a las importaciones contribuirían a explicar el menor ingreso de bienes del extranjero.
Estos superávits comerciales no alcanzan para detener la pérdida de reservas asociada a las fuertes presiones cambiarias, producto de una excesiva emisión monetaria para financiar al abultado déficit fiscal de este año. La elevada brecha entre las distintas cotizaciones del dólar en mercados paralelos y el oficial genera incentivos a adelantar el pago de importaciones y de deudas, posponer exportaciones, y adquirir dólar ahorro, factores que erosionan el saldo comercial.
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Estas fuerzas se advierten en el balance cambiario, que muestra una fuerte aceleración en el número de individuos demandantes de dólares (de 435 mil personas en marzo de 2020 a casi 4 millones de individuos en julio y un estimado de 5 millones en agosto). En agosto el BCRA vendió divisas por un total de 1.279 millones de dólares, tendencia que se acentúa en septiembre, que tan solo en la primera semana obligó a la autoridad monetaria a vender 500 millones de dólares.
Estos datos muestran que las presiones cambiarias no ceden y la escasez de reservas es cada vez mayor. Si bien con el stock de bonos restructurados en poder del Banco Central se podrá reducir la brecha cambiaria y moderar las expectativas de depreciación del peso, si no hay perspectivas claras de corrección de las inconsistencias de política fiscal y monetaria que ocasionan el problema externo de la Argentina el alivio será solo temporario.
Pierde impulso la recuperación económica
Los indicadores adelantados de actividad reflejan una desaceleración en la recuperación económica en el segundo semestre. En agosto el consumo tuvo una caída de 17,8% interanual (CAME), con una contracción que continúa muy elevada en la región AMBA (33%) debido a las restricciones de actividad por la pandemia. Por su parte, el consumo en Córdoba tuvo una caída interanual de 16,8% (FEDECOM), que también refleja una pérdida de impulso de la recuperación.
Las expectativas no dan signos de mejora para el resto del año; según el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central, la actividad económica habrá caído un 12% en 2020 y se prevé un aumento en la inflación de agosto, que continuaría acelerándose para alcanzar cifras superiores al 4% mensual hacia finales de año y comienzos del siguiente.
Esto adelanta que continuará el deterioro del salario real de las familias y que seguirá restringida la creación neta de puestos de trabajo, que en julio cayó un 0,1% a nivel nacional y estuvo estancada en Gran Córdoba según la Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.