El precio en pesos de los cultivos experimentó un aumento en el mercado disponible de Rosario en el último año, siendo el maíz y la soja los más beneficiados, con alzas del 65,0% y 51,5% respectivamente, mientras que el trigo reflejó un incremento más leve, del 29,5%, indica la Bolsa de Cereales de Córdoba.
Adicionalmente, el aumento de los precios en pesos superó el ritmo de crecimiento
del dólar, que pasó de $ 56,5 en septiembre de 2019 a un valor de $ 78,5 un año después, es decir, un aumento del 39%. Esto se traduce en un incremento del precio en dólares de los cultivos estivales en 24,4% para el maíz y 14% para la soja, mientras que representa una caída del 4,4% para el trigo.
En contexto de siembra de la gruesa, se hace relevante observar la relación insumo-producto para analizar la conveniencia de calzar una parte de la producción a través de la compra de insumos y poder fijar los costos de producción de la nueva campaña. De esta forma, es importante destacar que el poder de compra del maíz y la soja ha mejorado, haciéndose notar en la menor cantidad de producción requerida para adquirir una misma canasta de insumos.
El maíz fue el más beneficiado, con una mejora en el poder de compra promedio del 20%. Todos los insumos se abarataron en relación al cereal si se comparan los precios respecto a septiembre de 2019, logrando que se requiera menos maíz para su adquisición. El costo relativo del fosfato monoamónico y gasoil alcanzaron la baja más relevante, con un 25,3% y 22,2%, respectivamente. Por otro lado, tanto la compra de glifosato como la compra de semillas necesitaron en septiembre de 2020 un 19,6% menos de grano que hace un año atrás.
Para el caso de la soja ocurre algo similar, siendo el fosfato monoamónico y el gasoil los insumos que másse abarataron con respecto al valor de la oleaginosa, llegando a caer 18,3% y 15,0%, respectivamente. Por otro lado, tanto las semillas como el glifosato requirieron un 12,3% menos de grano para su adquisición.
Las caídas en la relación insumo-producto obedecen en gran parte al aumento en los precios de los granos, que para la soja pasó de USD 237 en septiembre de 2019 a USD 270 para el mismo mes de este año, y de USD 127 a USD 159 en el caso del maíz.
Por otro lado, el trigo se vio perjudicado, presentando una caída del 3,9% en su poder de compra, debido no solo a que su precio cayó respecto a septiembre de 2019, sino también a que la urea, uno de los insumos principales, se encareció un 5% en dólares. Respecto al poder adquisitivo, la urea requeriría un 9,8% más de trigo para adquirir la misma cantidad que en el mes anterior. Por su parte, se observa que tanto la semilla como el glifosato incrementaron su precio relativo en 4,6%, pero este último tiene una incidencia relativamente pequeña en los costos de producción del cereal, por lo que afecta en menor medida. A pesar de ello, la relación insumo producto se encuentra en niveles relativamente bajos comparando con años anteriores, lo que genera un incentivo para aportar tecnología al cultivo con el afán de mejorar su calidad comercial y aportar a la sustentabilidad de nuestros suelos.
Por otro lado, es plausible contrastar el poder adquisitivo entre los distintos granos, a los efectos de determinar una estrategia en el plano comercial. La relación más relevante en esta época del año es la que compara el precio de la soja con el del maíz. Esta relación, al medir cuántas toneladas de maíz pueden adquirirse por cada tonelada de soja que se venda, alcanzó un nivel promedio de 1,7 toneladas de maíz por tonelada de soja, lo que es un 0,9% por debajo del promedio de las últimas cinco campañas, pero la más alta que se observó en septiembre de los últimos cinco años.
La relación soja/trigo, se ubicó en 1,4 toneladas, un 2% por debajo del promedio del periodo. Asimismo, la relación maíz/trigo presenta un comportamiento similar, ubicándose en 0,8 toneladas, valor 1,3% menor al promedio de los últimos cinco años.
En este sentido y en base a los datos expuestos, se evidencia que el trigo presenta una relación menos favorable en términos de precios e insumos que el maíz y la soja. Cabe destacar que, para los tres cultivos, un factor en común es que el fosfato fue el único insumo que se abarató respecto a todos los granos, debido a que su precio en dólares
disminuyó un 7%. Que los fertilizantes se hayan abaratado, brinda una oportunidad para mejorar la sustentabilidad de los planteos a través de una mayor aplicación de estos. Cabe destacar que es de suma importancia seguir estas variables con el afán de conseguir un mejor resultado económico.