En agosto se observaron resultados desfavorables en los indicadores de actividad de la industria y la construcción elaborados por el INDEC. El índice de producción manufacturera tuvo una caída de 7,1% interanual, mayor que la de los dos meses anteriores, y una contracción mensual de 0,9% que contrasta con las recuperaciones de los meses anteriores.
Con la aceleración en el avance de la pandemia en el interior del país se volvió atrás con la flexibilización de la cuarentena en varias localidades, lo cual repercute en la actividad económica, indica la Bolsa de Comercio de Córdoba. En síntesis, las políticas sanitarias adoptadas no solo tuvieron un fuerte impacto negativo en la economía sino también, a diferencia de otros países, no dan muestra de haber sido lo suficientemente efectivas para controlar la pandemia.
En relación a lo anterior, según el World Economic Outlook presentado el jueves por el Fondo Monetario Internacional, el impacto económico de la pandemia fue profundizado por la cuarentena, pero incluso en los países que no impusieron restricciones estrictas a la movilidad la población se aisló voluntariamente para cuidarse del virus, afectando por lo tanto los niveles de actividad.
Por el contrario, en Argentina, si bien los números de casos diarios están en niveles récord, los niveles de movilidad se han reducido poco en las últimas semanas, lo que sugiere que esas medidas voluntarias individuales de distanciamiento social responden de manera menos pronunciada al avance de la pandemia. Los datos de nuestro país podrían reflejar un elevado grado de saturación de la población a medidas de distanciamiento obligatorias tomadas de manera inoportuna, que en definitiva contribuyeron a acrecentar el golpe a la economía y su dinámica de recuperación.
Más aún, en Argentina, donde el acceso de la población al trabajo remoto es acotado y la informalidad es elevada, más allá de tomar medidas de cuidado, muchos trabajadores se ven obligados a circular para generar un ingreso. Esta situación no llega a subsanarse con las insuficientes ayudas que brinda el gobierno, que tiene un margen de acción limitado por un elevado déficit fiscal, que al ser financiado con emisión monetaria contribuye a acelerar la inflación y deteriorar aún más el poder de compra de la población.
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Se profundiza la tendencia negativa en el comercio exterior
De acuerdo a datos de AFIP, las exportaciones tuvieron una contracción interanual de 19,5% en septiembre mientras que las importaciones se redujeron solo en 3%. Más aún en la comparación mensual las importaciones subieron 14,3% y las exportaciones lo hicieron en solo 4,1%.
Las cifras denotan una tendencia al deterioro del saldo comercial que en gran parte se relaciona a que el tipo de cambio oficial se percibe muy bajo, en medio de una brecha cambiaria superior al 100%, un exceso de pesos y un drenaje de reservas que no se detiene. El problema se agudiza para las exportaciones tradicionales que reciben una cotización aún menor, al tener que descontar retenciones y más allá de la pequeña reducción de las mismas anunciada la semana pasada. En definitiva, antes las fuertes expectativas de devaluación existen incentivos a aumentar o adelantar importaciones y a posponer la liquidación de las exportaciones, lo que se está reflejando en los datos del comercio exterior.