Por noveno año consecutivo, la región Cuyo atraviesa una nueva temporada de déficit hídrico, pese a las abundantes nevadas registradas a principios del invierno, y es considerado por los especialistas como “un año hidrológico pobre”. En este contexto, desde el INTA destacan la importancia de implementar tecnologías como el riego por goteo y la energía fotovoltaica.
Según cifras oficiales del Departamento de Irrigación de Mendoza, los principales ríos de la provincia –Grande, Mendoza, Tunuyán, Diamante y Atuel– registran un caudal del 70 % del promedio histórico. Algo similar sucede en San Juan, donde las cifras de caudal descienden al 42 y 50 % para los ríos San Juan y Jachal, respectivamente.
En esta línea, Mario Liotta –técnico hidráulico del INTA San Juan–, indicó que “las abundantes nevadas registradas en junio no fueron suficientes, dado que no tuvieron continuidad en los meses subsiguientes” y confirmó que “se espera una temporada con déficit hídrico, que se acentúa por noveno año consecutivo en la región”.
Para Liotta, es “clave” maximizar la regulación de los embalses y el uso eficiente del agua de riego porque no es posible conocer que va a suceder en las próximas temporadas.
En esta línea, se refirió al caso puntual del Valle del Tulum que representa el 85 % del área irrigada de la provincia por la cuenca del río San juan. Allí, el volumen almacenado en las tres presas de embalse es de 450 hectómetros cúbicos (hm3) y, si se suma el derrame anual de 815 hm3 da un total de 1265 hm3. “Es un valor muy ajustado para las demandas de riego, uso urbano e industrial”, reconoció.
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De todos modos, el especialista subrayó el crecimiento de la superficie implantada con riego por goteo que se ubica en más del 30 %, lo que permite obtener una eficiencia del 90 % en el riego en cultivos tales como tomate, ajo, vid y pistacho.
Otro punto que Liotta destacó es el incremento del uso de energía fotovoltaica en reemplazo de la convencional. “Si bien es incipiente, se trata de una tecnología muy promisoria para la provincia por la alta radiación y escasa cantidad de día nublados o sin lluvias, lo que permite un óptimo aprovechamiento”, señaló el técnico del INTA.
Consiste en la instalación de paneles solares en donde es necesario adaptarlos a los equipos de riego instalados sin realizar mayores modificaciones en el sistema. Solo es necesario colocar los paneles y un conversor de corriente continua a alterna. “El tiempo de recuperación de la inversión es de aproximadamente 4 o 5 años, lo cual podría ser menor una vez que se reglamente la Ley Nacional 27191 en la provincia, lo que permitirá a los productores que tengan instalados los equipos poder vender los excedentes”, indicó Liotta.
A su vez, Liotta insistió: “Es importante que los productores se acerquen al INTA, Prosap y a los organismos relacionados al riego y a la agricultura en busca de asesoramiento y acompañamiento a fin de aumentar la eficiencia en las prácticas de riego y manejo adecuado del agua”.
Fuente: INTA Informa