Las exportaciones de maíz de la presente campaña podrían incrementarse en US$ 617 millones por una mejora en la producción, debido a las lluvias de fines de enero y principios de febrero, con lo que sumarían ingresos totales por alrededor de US$ 8.642 millones, según un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
El aumento en la proyección de exportaciones se dio por la previsión de un aumento en la estimación de producción del cereal, que según los últimos cálculos de la entidad bursátil, alcanzaría a 48,5 millones de toneladas durante la campaña en curso.
La entidad explicó que "producto de las oportunas lluvias de fines de enero y principios de febrero, que aliviaron los efectos de la ola de calor e interrumpieron la sequía que venía condicionado al cultivo desde sus inicios en la franja central del país, se incrementó la estimación productiva para la campaña maicera en 2,5 millones de toneladas hasta los 48,5 millones de toneladas".
Con esta nueva previsión, el saldo exportable del cereal ascendería a 35 millones de toneladas, sobre una producción total de 48,5 millones de toneladas.
Dicho volumen, valuado a los precios internacionales actuales y "asumiendo una distribución de embarques que siga la tendencia de años previos, este incremento en el tonelaje exportable permitiría un ingreso adicional de divisas de US$ 617 millones", remarcó la BCR.
En cuanto a la comercialización de la campaña 2020/21 del cereal, el tonelaje comprometido de "mercadería nueva vuelve a ser elevado".
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Según el seguimiento realizado por la Bolsa rosarina, a la fecha las compras totales alcanzan las 16 millones de toneladas, volumen solo superado por lo negociado en la campaña anterior, cuando se vendieron 18,9 millones de toneladas a la fecha.
Cabe aclarar que el gran volumen comercializado de manera anticipada en la campaña anterior "estuvo motivada por la fuerte incertidumbre política y económica", agregó el informe.
El inesperado salto productivo del maíz, que a principios de año se encontraba seriamente comprometido por la falta de lluvias por el fenómeno climático de La Niña, hacía pensar que la campaña del cereal afrontaría serios inconvenientes que afectaría de manera contundente a la producción.
Sin embargo, las abundantes lluvias que se produjeron durante la segunda quincena de enero y gran parte de febrero permitieron una sustancial recuperación de los niveles de humedad en los suelos, sobre todo en los momentos críticos de desarrollo de la soja y del maíz tardío.
En este sentido, la BCR remarcó que "es destacable el estado de los cultivos tardíos en Córdoba y en el centro y norte de Santa Fe. Las expectativas del maíz en Argentina van en suba. Aparte del impacto en el desarrollo de los tardíos y los de segunda, las últimas lluvias fueron también capitalizadas por las siembras tempranas pero de fechas más tardías".
"Incluso también por cuadros implantados en fecha, porque a pesar de los problemas de espigas mal granadas que han tenido, ahora, sin limitaciones hídricas, maximizarán el peso de los granos. Todo esto permite mejores expectativas de la campaña, arrojando 2,5 millones de toneladas más de producción que hace un mes. Sin cambios en el hectareaje implantado, se mantiene una superficie de siembra a 7,1 millones de hectáreas", marcó la BCR.
Con un rinde de 79,6 quintales por hectárea estimado a nivel nacional, "se estima 48,5 millones de toneladas para la producción de maíz 2020/21".
De concretarse, este año el volumen cosechado apenas quedaría por debajo del récord de los dos años pasados, cuando se trillaron 51,5 millones de toneladas.
Fuente: Télam