De La Carlota (Córdoba) a Dakota de Sur (Estados Unidos) hay 9364 kilómetros. Esa distancia recorrió hace 11 años Virginia Pena, una productora e ingeniera agrónoma que fue en búsqueda de una nueva experiencia en un tambo extranjero.
Virginia pasó por "¿Qué hiciste hoy?", la sección de Agrolink Radio en la que contó cómo surgió la idea de viajar al exterior para trabajar en un tambo y su vida fuera de su país natal. Estados Unidos no fue su primera opción, ella estaba deseosa por irse a Nueva Zelanda a probar suerte, pero no lo consiguió. Luego le llegó una oportunidad por medio de una compañía estadounidense que le brindaba una visa a jóvenes para capacitarse y trabajar en una lechería durante año.
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Virginia nunca había trabajado en un tambo en Argentina, aunque tuvo empleos en varios viveros, pero no se sentía a gusto. En la facultad, cuando estudiaba ingeniería agronómica, le llamaban la atención las materias relacionadas a la nutrición animal y lechería. En ese entonces, ella sabía que el trabajo de una mujer en un tambo iba a ser complicado, pero tuvo una oportunidad y la aprovechó.
Virginia llegó a Dakota del Sur en con 29 años y regresaría al país luego de que la visa venciera en 2011, pero su jefe la vio en condiciones de que siga trabajando para ellos y le extendió la misma por tres años y pueda residir en el mismo campo. Su vida personal cambió totalmente, en este tiempo se casó con un hombre nicaragüense y tuvo dos hijos estadounidenses que ahora tienen 8 y 2 años. Ahora, 11 años después de partir de La Carlota, ella sigue trabajando en el mismo tambo y es la única mujer dentro del equipo de trabajo.
¿Cómo es trabajar en un tambo estadounidense?
Virginia Pena relata que la mayoría de los tambos en Dakota del Sur son completamente estabulados. El clima de ese estado es frío. "Tenemos siete meses de frescos y tres de 30 grados Fahrenheit, que medidos en Celsius es una temperatura bajo cero. Es difícil trabajar en esos meses porque se congela el piso hasta la comida", describió Pena.
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Según Virginia, los tambos estadounidenses tienen el mismo problema que los argentinos sobre no poder encontrar personal o mantener un grupo por mucho tiempo. Sin embargo, el "rancho" en el cual ella trabaja sigue siendo el mismo equipo de trabajo hace más de 10 años. Virginia comenta que la zona donde ella reside habitan "más vacas que personas".
A diferencia de nuestro país, la producción lechera en el país norteamericano "se va para arriba" y cada vez hay más lecherías. La tambera argentina comenta que las últimas lecherías que se abrieron en Estados Unidos son trabajadas por robots ya que "no encuentran personal para ordeñar a las vacas".
Virginia no piensa volver por ahora a la Argentina, pero no lo descarta. Si regresara a nuestro país ella dice que traería la idea sobre el manejo de la vaca en transición que lo "vengo trabajando hace 11 años". Su vida cambió en el exterior, pero no deja de tener la tan reconocida tonada cordobesa a pesar de que esté viviendo en otro país y se hable otro idioma.
