Se cumplen 30 años del congreso, 30 años que se van a estar resumiendo en los próximos tres días de una forma muy intensa. El Presidente de la Asociación de Productores en Siembra Directa (Aapresid), David Roggero dió comienzo al evento, bajo el lema de un “Congreso A Suelo Abierto” en Salón Metropolitano, de la ciudad de Rosario. Antes de los discursos, bajo la conducción de la periodista Sonia Marchessi, se invitó a los participantes a entonar el Himno Nacional Argentino, en una versión litoraleña.
Luego de dar la bienvenida a las autoridades nacionales, provinciales, municipales, empresarios, productores, asociados, investigadores, el Presidente de Aapresid sostuvo: “Una profunda satisfacción nos invade, nos volvemos a encontrar de manera presencial y varios miles que nos siguen de manera virtual desde cualquier parte del planeta”.
“Hoy un nuevo congreso nos convoca, el trigésimo dentro de los 33 años de la institución decidimos bautizarlo A Suelo Abierto, parafraseando lo que nos ocurre en una operación quirúrgica a corazón abierto, aquí vamos a intentar recorrer el mismo camino”, contó Roggero y explicó que “les vamos a proponer adentrarnos en esa aventura de abrir algo muy delicado e indispensable para la vida con el fin de cuidarlo, jamás para dañarlo, siendo conscientes que sin él la vida es inviable”.
Hoy en el 2022 el camino indicado es el del sistema de la Siembra Directa. “En cada situación cercana a la labranza se desencadenan una serie de procesos químicos, físicos y biológicos que a priori nos ofrecen algunas ventajas pero como efecto añadido genera un sinnúmero de daños colaterales de gran magnitud, esa obra de arte que Dios a través de la naturaleza nos brinda y denominamos suelo en gran medida colapsa”, destacó Roggero y resaltó que “quizás puede parecer que continúa siendo lo mismo pero la ciencia nos amplía la visión demostrándonos que ya no es lo mismo, los procesos de degradación de la materia orgánica se aceleran y rápida e innecesariamente luego de cada pequeña labranza y sin materia orgánica sólo tendremos un sustento físico carente de vida e incapaz de permitirnos subsistir como humanidad”.
“A esta situación desafortunada se le suma que esa degradación desmedida se transforma en dióxido de carbono, elemento que también deberíamos prestar atención si queremos que el planeta tierra siga con vida”, continuó el presidente de Aapresid y explicó que “el dióxido de carbono es necesario para poder llevar a cabo la fotosíntesis pero en cantidades excesivas se nos transforma en una barrera difícil de sobrellevar denominada capa de efecto invernadero. Los que estamos aquí tenemos que entender y poner manos a la obra en este camino de la producción sin labranza”.
De esta manera, Roggero destacó que “el no remover la tierra es el primer paso que nos permite adentrarnos en el sistema de Siembra Directa pero con ellos no es suficiente para que logremos el camino deseado”. “Problemáticas asociadas a densificaciones, baja infiltración, estructura de costos y dificultad en el control de malezas pueden ser algunos de los argumentos esgrimidos, argumentos que fácilmente pueden ser rebatidos si a la no remoción le sumamos los demás conceptos que hacen a un sistema de Siembra Directa como por ejemplo una rotación de cultivos y raíces vivas en cantidad y calidad a lo largo del año, rotaciones que necesariamente deberán ajustarse a las condiciones climáticas y al suelo de cada región a lo que, en Aapresid, le llamamos agricultura siempre verde”.
De esta manera, Roggero explicó que “esta agricultura siempre verde nos permite, entre otras cosas, alimentar a los millones de microorganismos que viven debajo de la superficie cumpliendo ese rol indelegable de poner los nutrientes a disposición de las plantas y junto al sol y al agua permiten llevar adelante la producción de alimentos para una humanidad creciente”. Asimismo, destacó que “es imperioso devolver al suelo todo lo que nos llevamos en granos, carne, fibra ya que ellos no son ilimitados”.
Además, el presidente de Aapresid dijo: “Debemos lograr defendernos de las adversidades que nos ponen las distintas plagas con una mirada sistémica a través del manejo integrado de plagas, un manejo que nos permitirá no sólo ajustar los costos económicos de nuestra producción sino también nos permitirá avanzar hacia ese cuidado de todo el ecosistema”.
“La humanidad hoy nos exige ser cada día más cuidadoso con el medio ambiente, estamos juntos con las empresas y la ciencia recorriendo ese camino”, contó Roggero y dijo: “Durante este congreso tenemos la posibilidad de encontrar respuestas abonando a este concepto que subyace en Aapresid que dice nadie sabe tanto como lo que sabemos todos juntos”.
Luego, el Director adjunto del programa de Prospectiva de Aapresid, Nicolás Bronzovich, agradeció a los asistentes y dijo: “Soy un convencido de que hacer prospectiva de sistemas sustentables, sólo se logra con vínculo, intercambio y, para eso, sólo lo logramos si vienen los asistentes”.
Por otro lado, Bronzovich, destacó la importancia de los pioneros de la Siembra Directa, “quiero hacer un reconocimiento a los fundadores porque hace 30 años no sólo fueron pioneros de la Siembra Directa, sino también lo fueron en la forma de comunicar porque poco después de formar Aapresid empezaron con este congreso. Todos sabemos, en Argentina, que en este congreso se cocina la sustentabilidad”.
Por su parte, el Secretario de Desarrollo Económico y Empleo de la Municipalidad de Rosario, Sebastián Chale, saludó a los asistentes y sostuvo: “quiero reconocer en Aapresid que no se agota sólo en este gran evento, acá está expresado buena parte de nuestra innovación que tiene el sector agropecuario argentino ya que cuenta con una enorme capacidad de generar divisas e innovación en tecnología”.
El Ministro de la Producción de Santa Fe, Daniel Costamagna, tomó la palabra y, además de agradecer la presencia de autoridades, empresas y productores, destacó que “el sector agropecuario es el más importante del país ya que genera divisas y empleo”.
Para finalizar el acto, se realizó un reconocimiento especial a los familiares de Carlos Crovetto Lamarca quien fuera llamado el “Doctor del Suelo”.