La problemática de malezas resistentes en los cultivos de soja, maíz y maní es un desafío que se renueva en cada campaña y obliga a los productores a plantear una estrategia clara desde el comienzo del barbecho, cuando adquiere un rol clave el uso de soluciones pre emergentes. El Yuyo colorado, por ejemplo, fue la primer maleza detectada en el país y hoy 25 años después ya es un problema presente en más de 20 millones de hectáreas en todo el territorio nacional. Por eso, continúa siendo un desafío y una de las prioridades que los productores y técnicos agropecuarios tienen en cuenta al momento de planificar la siembra, incluso en un contexto de falta de lluvias, ya que puede provocar grandes pérdidas de rendimiento que pueden alcanzar hasta el 90%.
Actualmente, las zonas productivas de la Argentina atraviesan una situación en la que la sequía pone en jaque al panorama agrícola del país. Sin embargo, las malezas continúan siendo un dolor de cabeza en la campaña.
“El escenario actual de malezas está en constante cambio. Hoy en día encontramos problemas en cuanto a la pérdida de susceptibilidad por parte de algunas especies a distintos herbicidas. A todo esto, en lo que va de este nuevo ciclo productivo no se dieron buenas lluvias, lo que genera que los cultivos arranquen con una cantidad justa de agua y tengamos que mitigar la competencia de las malezas por el recurso agua, de manera que se reduzca el impacto en la producción. Por eso, creemos que es de gran importancia el rol de los especialistas al momento de realizar un manejo integrado de las herramientas que tenemos a nuestro alcance”, indica Aimar Pena, Gerente del Cultivo de Maíz, Algodón, Sorgo, Girasol y Arroz.
Los expertos de BASF recomiendan el uso del novedoso e innovador herbicida pre emergente Zidua® Pack para controlar malezas difíciles que en las últimas campañas aportó muy buenos resultados y superó las expectativas del productor. “Lo importante de una solución como Zidua® Pack es que, gracias a su versatilidad, tiene una buena performance incluso en años con sequía como este, ya que este tipo de moléculas se comportan muy bien en temporadas con lluvia por debajo de lo normal”, comenta Aimar. Además, “en un año completo en el que hay pocas oportunidades para aplicar correctamente un herbicida según situaciones de viento, baja humedad relativa y poca oportunidad de lluvia para la aplicación, toman relevancia ciertas características del producto como son la eficacia y la persistencia”, agrega.
Este herbicida, gracias a su selectividad, puede ser aplicado muy cerca de la siembra, por lo que se puede aprovechar su acción residual que acompaña al cultivo a lo largo de su ciclo. Además, ofrece 15 días más de persistencia extra en el suelo que otros herbicidas residuales, lo que representa una gran diferencia.
“Algo que es muy importante resaltar es que al momento de utilizar productos para el control de gramíneas y malezas de hoja ancha, es fundamental tener en cuenta su compatibilidad con otros ingredientes activos para sumar efectividad. Gracias a diversas pruebas y ensayos que hicimos, comprobamos que Zidua® Pack es una solución que responde muy bien con más de 120 mezclas”, explica Pena.
BASF es una organización comprometida a acompañar al productor agropecuario durante toda su campaña y es por eso que invierte año tras año en investigación y desarrollo para ofrecer cada vez más soluciones innovadoras y eficientes. “Estamos muy enfocados en acompañar a los productores a optimizar la producción en el campo. En los últimos años, los lanzamientos fueron en esta dirección y tenemos previsto lanzar al mercado más de 30 soluciones nuevas para el 2029”, finaliza Aimar Pena.