“Es muy preocupante la concentración y, por ende, la desaparición de pequeños y medianos productores: 83.000 productores menos en 16 años, el 25,5% de las EAP, es una realidad que agobia y atraviesa a los distintos gobiernos que no pudieron o no quisieron contener a quienes producen”, dijo. Y agregó: “El gran desafío es frenar ese proceso y generar las condiciones necesarias para que se desarrollen y tengan expectativas de progreso los agricultores familiares, los pequeños y los medianos productores agropecuarios de todo el país”.
Luego añadió: “Para nosotros esta información no es novedad, de hecho, desde hace años venimos advirtiendo de todas las maneras posibles a quienes nos han gobernado (tanto a nivel nacional como provincial) sobre las nefastas consecuencias que dejan los procesos de concentración y de desaparición de productores. Como entidad, lamentamos que no hayan escuchado nuestras señales de alarma. Porque hace tiempo el eje de interés de los gobiernos es hablar de toneladas de granos u oleaginosas, cabezas de ganado u otros indicadores de producción, sin pensar en los sujetos que los producimos”.
Posteriormente aseguró: “Desde FAA hemos advertido la crisis y no nos escucharon. Esperamos que ahora, con la contundencia de estos números, los gobernantes tomen cartas en el asunto y avancen para frenar este proceso. Porque, de hecho, nuestro país suscribió los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y estamos transitando el Decenio de la Agricultura Familiar al que adherimos como país, por lo que nos debiera avergonzar ver este doble estándar. Suscribimos en lo internacional pero no somos capaces de bajar al territorio con las políticas públicas adecuadas para hacer posible la mejor calidad de vida de los productores”.
En otro orden de cosas, el federado remarcó la importancia de que Argentina cuente con información detallada del sector, tras tantos años sin estadísticas. Pero aclaró: “Lamentamos que este Censo no haya tenido un apartado tendiente a relevar en profundidad la especificidad de los agricultores familiares. Esto, sumado a que continuamos sin tener reglamentada la Ley 27118 de reparación histórica de la agricultura familiar ni en funcionamiento el registro de AF, hace que hayamos perdido la oportunidad histórica de tener una radiografía detallada de este segmento específico, al que tanta falta le hacen las políticas públicas diferenciadas”.
Y agregó: “Esto que decimos va de la mano con información que arroja el censo, cuando dice que en el 91% de las EAP censadas, la gestión cotidiana la hace en forma directa el productor o miembros de la sociedad; así como también cuando dice que, de las 732.986 personas residentes, el 52% son familiares del productor y el 16% son socios o productores. Es evidente que somos muchas las familias que producimos y trabajamos en nuestros campos. Por lo que no nos pueden dar la espalda cuando pedimos políticas específicas para este segmento, diversificando y complementando la producción, con valor agregado o transformación en carne. Porque se trata de las herramientas que necesitamos los productores genuinos que seguimos luchando día a día en nuestros campos para sobrevivir y aspiramos a vivir dignamente”.
Cabe señalar que Achetoni asistió a la presentación de los datos preliminares del Censo, realizada en el Ministerio de Hacienda de la Nación.