Producción en auge y sólida demanda fueron factores que permitieron que las comercializadoras de petróleo más grandes del mundo registren fuertes ganancias en los últimos años.
Sin embargo, frente a condiciones de mercado similares, los grandes traders de granos no se ven beneficiados; sus utilidades cayeron y los márgenes disminuyen. La pregunta es por qué.
Una respuesta es la lentitud con la que venden su cosecha los agricultores de regiones productoras clave como Argentina y Brasil, lo que obliga a las comercializadoras a competir agresivamente entre ellas por las materias primas necesarias para satisfacer sus compromisos de exportación.
Esa al menos es la opinión de Soren Schroder, CEO de Bunge la B de las denominadas compañías ABCD que dominan la comercialización agrícola internacional, junto con Archer Daniels Midland, Cargill y Louis Dreyfus Company.
"Los precios de los commodities cayeron durante la cosecha, los agricultores contuvieron la venta y usaron todos los medios para almacenar en silobolsas, en cooperativas", explicó Schroder la semana pasada después de que la compañía informó una fuerte caída de las ganancias del segundo trimestre.
"Por lo tanto, los exportadores y procesadores brasileños tuvieron que competir agresivamente por las legumbres para cumplir con los compromisos".
Como resultado, las comercializadoras y los procesadores de granos registraron pocas o ninguna ganancia con las cosechas récord de América del Sur, según Schroder. "El tamaño de la discrepancia entre los precios de los agricultores y los compromisos del sector no tiene precedente y desafía la tradicional sensatez de los patrones de comercialización de los agricultores".
Según Schroder, para que los márgenes del procesamiento de soja (para elaborar aceite vegetal y harina proteica) y de la comercialización de granos vuelvan a sus niveles normales, la industria tiene que ser más receptiva y manejar activamente la capacidad.
Tendrá que trabajar de manera más estrecha con los productores agropecuarios, que ahora tienen en sus manos la riqueza de la información, y ofrecerles nueva financiación y otras herramientas de gestión de riesgo, además de logística, para poder congelar una mayor porción de los cultivos antes de la cosecha. Todo eso es más fácil decirlo que hacerlo.
La industria también tendrá que pensar en una consolidación, dijo Schroder. Pero de qué manera se desarrollará esa consolidación es tema de debate en el sector.
El brazo agrícola de Glencore un joint venture con dos fondos de pensiones canadienses ya se definió. Se acercó a Bunge para una posible combinación de empresas en mayo, pero la idea fue rechazada. Es probable que vuelva a intentarlo; por el momento no muestra sus cartas.
Schroder prefiere un enfoque de asociación regional, algo que él dice es una manera bastante clara de lograr racionalización y mejor utilización de los activos. De hecho, Bunge cerró varios acuerdos del tipo en los últimos años.
Mientras tanto, ADM tiene el poder de fuego financiero para conseguir grandes acuerdos, dijo su CEO Juan Luciano pero se muestra cauteloso sobre los beneficios de la consolidación, que a menudo se confunde con la firma de acuerdos y apropiación de tierras.
"Si observo las operaciones del pasado, la mayoría de ellas fueron consecuencia de alguien tratando de crecer más que consolidando una posición", dijo a Financial Times.