Lo cierto es que el país vecino ya le vende carne a la Argentina, pero ahora se suman los cortes frescos y deshuesados. Ante este escenario hay que tener en cuenta que durante el año pasado Brasil exportó a la Argentina alrededor de 2.000 toneladas, lo que representa el 0,07% de la producción nacional.
Específicamente la carne sin hueso y fresca podría utilizarse con fines industriales, por ejemplo, en la producción de hamburguesas o salchichas. Así es que esta noticia no significa que un consumidor argentino tendrá que diferenciar en la góndola si el asado que quiere preparar el domingo fue producido en la Argentina o en Brasil. La realidad es que el país carioca puede vender este tipo de corte a nuestro país, pero no lo está haciendo.
Ahora bien, en la industria y el sector ganadero las visiones ante esta novedad son de lo más variadas. Mientras algunos afirman que es lógico que la Argentina autorice el ingreso de distintos productos, porque de esta manera puede negociar la exportación de aquellos que necesita colocar en el exterior, otros tantos hablan de falta de "timing", apertura, a la par, de nuevos mercados para poder exportar y de incentivos para la producción de carne en la Argentina.
En el mientras tanto la industria frigorífica local continúa trabajando para sumar eficiencia, reducir costos y de esta manera ganar competitividad para exportar más. Hoy sólo se envía al exterior -principalmente a China- alrededor del 10 por ciento de la producción nacional. El resto se consume en el mercado interno.
Además, durante los últimos meses la industria cárnica local sigue expectante las posibilidades de que se abran nuevos destinos para la exportación. El Gobierno realizó diversos anuncios de avances e inspecciones sanitarias, pero la realidad muestra que Estados Unidos sigue dilatando la decisión y lo mismo sucede con enviar carne enfriada a China. Por su parte, Brasil permite el ingreso de carneargentina pero la verdad es que no compra ni un solo kilo.
Ante este escenario, y tal como sucedió con la carne de cerdo, suena contradictorio que se autorice un nuevo protocolo sanitario para Brasil, unos de los líderes mundiales en producción de carne vacuna con alrededor de 10 millones de toneladas anuales y poco más de 2 millones de toneladas de exportaciones-y lógicamente ampliamente más competitivo-.
Por su parte, desde el Gobierno argentino prefirieron no hacer ningún tipo de anuncio, aclaración o comunicado oficial, la noticia trascendió gracias a la resolución del SENASA. Algo parecido sucedió tiempo antes con la autorización del ingreso de carne porcina de Estados Unidos, ya que la novedad llegó a los medios nacionales a través de un comunicado de la Casa Blanca y eso no cayó nada bien en los productores locales que todavía siguen reclamando.
Así es que la polémica está abierta, casi tanto como el mercado local.
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