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Continúa el freno a la recuperación económica y el deterioro de las cuentas externas

Según el INDEC, en agosto continuó perdiendo dinamismo la recuperación de la actividad económica, que aumentó solo 1,1% mensual y tuvo una caída interanual de 11,6%. La Bolsa de Comercio de Córdoba analiza la situación económica actual.

Según el INDEC, en agosto continuó perdiendo dinamismo la recuperación de la actividad económica, que aumentó solo 1,1% mensual y tuvo una caída interanual de 11,6%. Los datos confirman que la crisis económica actual ya es más grave que la de 2002. En efecto, según datos de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT), entre febrero y julio hubo una destrucción neta de 10.430 empresas, el 93% de ellas de menos de 50 empleados.

Si bien en septiembre habría continuado el rebote de actividad económica, las mayores restricciones de movilidad impuestas en octubre ante la aceleración de los contagios de COVID-19 podrían tener un impacto adverso en la actividad productiva de este mes, a lo que se suman los efectos de la mayor inestabilidad cambiaria y el drenaje de reservas, indica la Bolsa de Comercio de Córdoba. 

En línea con lo adelantado en informes previos, la elevada brecha cambiaria está teniendo un impacto negativo en las cuentas externas. En efecto, en septiembre el superávit comercial fue de solo 584 millones de dólares, casi 850 millones de dólares menor al de agosto. A esto contribuye que, luego de 24 meses de caída, las importaciones crecieron 3,1% interanual, mientras que las exportaciones volvieron a caer, esta vez en 18%.

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Se acelera el déficit fiscal y persiste la emisión monetaria para financiarlo

El déficit primario de septiembre alcanzó a los 167.182 millones de pesos, casi duplicando el nivel alcanzado en agosto. Por el lado de los ingresos, la recaudación tributaria mostró un aumento interanual de 41,5%, impulsado por fuertes incrementos de la recaudación por derechos de exportación, ganancias y bienes personales. Sin embargo, como reflejo del estancamiento de la economía, la recaudación del IVA aumentó en solo 19,5%, muy por debajo de la inflación interanual de 36,6%.

Por su parte, el gasto primero creció 71,6%, muy por arriba de la inflación. Este incremento se explica principalmente por un incremento de magnitudes similares en las prestaciones sociales, el componente de mayor peso del gasto.

Se destaca también el fuerte aumento de los subsidios económicos, en especial a la energía, cuyo nivel triplica al de septiembre de 2019, lo cual refleja el uso creciente por parte del gobierno de un mecanismo que agrava los problemas financieros del Estado y que apunta a procrastinar un necesario ajuste de tarifas.

Al igual que en meses previos, en septiembre también se recurrió a la asistencia del Banco Central para financiar la totalidad del déficit fiscal. En la medida en que no exista un plan integral con objetivos claros de reducir el déficit fiscal y la monetización del mismo, persistirá el clima de desconfianza y la inestabilidad cambiaria, limitando la recuperación de la crisis.