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Crónicas de la “cosecha gruesa”: vivir arriba del camión y contarlo

Un camionero de la zona, Guillermo Salum, envió una larga carta abierta a SL24. En ella detalla, con sofisticada pluma, su padecer, su sufrimiento, y también lo mucho que le importa su trabajo.

No es un relato común. Habla de algo que “todos saben”, que todos viven a diario. Pero nadie puede explicarlo como él.

“Los camiones deben pasar horas y horas sobre las calzadas de las rutas avanzando muy lentamente y por consiguiente, no sólo el malestar del propio camionero, sino también el de la sociedad toda que se ve afectada por semejante caos”, comienza.

La “foto” ya es conocida. Repetida hasta el hartazgo. “La zona portuaria de San Lorenzo y Timbues viene sufriendo el embate de cientos y miles de camiones que transportan cereales hacia las distintas plantas exportadoras ubicadas en la región, lo que está generando, al igual que lo viene haciendo desde  hace muchos años, un caos de tránsito de magnitudes descomunales”. Así de simple lo refleja Salum.

Una descripción más acabada:

“Los camiones que se dirigen a puerto Timbúes desde Autopista Rosario-Santa Fe (en ambos sentidos); los camiones que vienen por Ruta 91 desde Totoras y los que vienen por Ruta Nacional 11 encuentran un cuello de botella que junta a todas esas arterias en UNA SOLA a la altura de Villa la Rivera para hacerlos circular por Ruta nacional 11 hasta la entrada a los puertos.” Pero hay otro problema, sigue le transportista: “El puente del Río Carcarañá, ubicado sobre la Ruta Nacional 11 y posterior al cuello de botella, se encuentra en condiciones desastrosas, lo que impide al tráfico pesado circular con fluidez, y como consecuencia más y más camiones haciendo largas y tediosas filas para poder sortear este gran obstáculo”.

Este panorama se repite, dice Salum, en el extremo sur de este Cordón cerealero, es decir, en el Acceso Norte a San Lorenzo. “Acá además le sumamos un paso nivel en igual estado de abandono y deterioro que el puente antes mencionado, y que origina el mismo caos de tránsito para nosotros los camioneros, y para todo aquel que intente circular por la zona”, relata.

“Otro punto al cual hacer referencia, y no menos importante que los anteriores, es deterioro y mal estado de los caminos y accesos a los puertos”, se queja también Salum, que luego hace referencia a la llamada “tasa de mantenimiento de accesos”, es decir, al pago que cada transportista realiza para transitar la zona.

El cócktail de problemas se completa, dice Salum, con la “irresponsabilidad de las terminales portuarias que piden más camiones de los que pueden descargar en el día”. “Hay terminales que teniendo la capacidad para descargar ocho camiones al mismo tiempo, sólo lo hacen con la mitad e incluso menos, o sea, a media máquina y que, teniendo capacidad en las playas estacionamiento, hay playas que están vacías mientras que los camiones hacen cola por horas en la calle”, denuncia.

“Puede que la cosecha que se avecina y que ya está en marcha sea récord, pero el caos de tránsito que se genera es por la falta de infraestructura y planeamiento. Y es un récord que acompaña a semejante movimiento de camiones”, cierra el lector de SL24