Conocer el piso de rendimiento de la soja para cubrir los costos permite la planificación por parte del productor. En este sentido, la Bolsa de Cereales de Entre Ríos y el INTA Paraná elaboraron un informe con los quintales necesarios para no perder dinero.
El relevamiento analiza los datos de soja de primera para la campaña 2022/23, la tecnología aplicada por productores, con datos de precios y comercialización. De esta manera, se llegó a la conclusión que el productor entrerriano debe tener un piso de 22 quintales para no perder rentabilidad.
En la zona norte (departamentos de Villaguay, Federal, Feliciano y La Paz), el costo de implantación más comercialización es de 13,4 quintales por hectárea; cuando se incluye el arrendamiento promedio en la zona el costo se eleva a 18,9 quintales por hectárea. “El promedio de rendimiento obtenido en el último quinquenio es de 20,1 quintales por hectárea”, sostuvo el informe.
Los productores de los departamentos de Tala, Uruguay, Gualeguay y Gualeguaychú necesitan 22,1 quintales por hectárea para cubrir todos los gastos, incluyendo el arrendamiento. “Sin arrendar se requieren 13,3 quintales por hectárea”, aclararon. El rendimiento promedio de esta zona es de 21,30 quintales por hectárea en los últimos cinco años.
En la zona este (departamentos de Federación, Concordia, San Salvador y Colón), el rendimiento promedio en el último quinquenio es de 19,8 quintales por hectárea. “Se necesitan prácticamente 19 quintales por hectárea para cubrir todos los gastos incluyendo el arrendamiento; mientras que, sin arrendamiento, serían necesarios 13,4 quintales por hectárea”, explicó el informe.
En la zona oeste (departamentos de Paraná, Diamante, Victoria y Nogoyá), el rendimiento promedio en el último quinquenio fue de 21,9 quintales por hectárea. Según la BCER, se necesitan 21,8 quintales por hectárea para cubrir el total de los gastos con el arrendamiento. Sin arrendamiento, el reporte arroja 13,1 quintales por hectárea.
