La soja marcó en Rosario un nuevo récord nominal, al tocar los $ 5005 por tonelada disponible, en medio de la devaluación del peso y la necesidad de las fábricas de hacerse de mercadería. El alza llega a 6,5% en lo que va del año (cinco ruedas en las sumó de a $ 100 diarios hasta el viernes), con el mercado de Chicago con fuerte volatilidad en medio de las preocupaciones por el clima en América del sur y sus posibles consecuencias en la campaña nueva, sobre todo en Brasil y la Argentina.
Los analistas creen que la oleaginosa tiene resto para subir en las próximas jornadas, de la mano de la búsqueda de los compradores habituales para garantizarse oleaginosa disponible, aunque no será el único factor.
Es que las aceiteras tienen un trimestre (hasta que ingrese la próxima cosecha) en la que suele haber problemas para conseguir soja disponible. Y este año no es la excepción, pero no por escasez de producción, sino por decisión del productor. Según datos oficiales a la semana pasada, aun restan ingresar en el circuito comercial 14 millones de toneladas de la soja que se cosechó en el otoño previo. Ese volumen, que equivale a un cuarto de la producción sojera del ciclo anterior, es récord y los productores, como lo hicieron durante todo 2017, esperarán lo que sea necesario para desprenderse del grano. Entre las variables están los precios externos e internos de la oleaginosa, el nivel de retenciones (desde este mes, tributa 29,5%, y de manera mensual irá decreciendo en medio punto porcentual) el tipo de cambio y también lo que decida el Banco Central en materia de tasas.
"Hay dos factores a tener en cuenta para estos próximos días", comentaron desde el área de Research de la corredora de granos Zeni. Y focalizaron la atención en el informe mensual del USDA, que se conocerá el viernes y que si cambia alguna estimación de América del sur impactará en los valores internacionales. También puntualizaron como "determinante la postura del BCRA respecto a la tasa de interés de referencia".
El movimiento de los productores se notó bien fuerte la semana pasada. La soja disponible en Rosario tocó $ 5000 y las cuatro primeras ruedas del año se calcularon operaciones (entre la entrega inmediata y la futura en torno a 300.000 toneladas). Ayer sobre la ciudad santafesina, y en medio de la leve baja de los futuros en Chicago, los compradores locales volvieron a ofrecer ese valor y hasta $ 5010 para operaciones de gran volumen, mientras la entrega en mayo llegó a $ 5300 y a julio quedó en $ 5500. La expectativa de los productores parece estar en que la soja se ubique en $ 5100 la tonelada para volcarse a vender parte de su producción disponible.
"Los compradores ofrecieron $ 5000, pero los rumores daban cuenta que la expectativa del lado de la oferta estaba entre $ 50 a $ 100 más, por lo que no hubo un gran volumen de transacciones en la jornada, predominada por las fijaciones y algunas negociaciones aisladas", indicó en su reporte diario la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Desde la consultora especializada BigRiver puntualizaron que "el productor no quiere vender, pero con estos precios es conveniente tomar posición en soja".