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El 46% de las exportaciones de Argentina son granos, harinas, aceites y otros subproductos

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos emitió esta semana un informe de Intercambio Comercial Argentino con los datos estimados de diciembre del 2016 y los comparativos del 2015 y 2016. Analizamos las exportaciones argentinas por rubros y la de los complejos soja, girasol, maíz, trigo, cebada, sorgo...

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos emitió esta semana un informe de Intercambio Comercial Argentino con los datos estimados de diciembre del 2016 y los comparativos del 2015 y 2016. Analizamos las exportaciones argentinas por rubros y la de los complejos soja, girasol, maíz, trigo, cebada, sorgo y arroz. También evaluamos las ventas externas de productos primarios, manufacturas de origen agropecuario y la piscicultura. Arribamos a las siguientes conclusiones:
Primera conclusión: el 46% de las exportaciones de Argentina la generan la producción de granos y su posterior industrialización (granos, harinas, aceites, biodiesel y otros subproductos).
Argentina exportó en el año 2016 cerca de 57.737 millones de U$S, conforme cifras estimadas por el INDEC esta semana. Hablamos de exportaciones nacionales totales. En el cuadro N°1 podemos ver que si sumamos las exportaciones del complejo oleaginoso (soja más girasol) y le adicionamos la de los complejos maíz, trigo, cebada, arroz y sorgo; las exportaciones de este grupo totalizan 26.500 millones de U$S. Esto significa que el 46% de las exportaciones en Argentina son generadas por la producción de granos y su industrialización posterior (harinas, pellets, aceites, biodiesel y otros subproductos). En términos simplificados: casi la mitad de las divisas que entran a nuestro país por ventas en el exterior de bienes y servicios son generadas por la producción de granos del campo argentino y su proceso manufacturero posterior. Una cifra notable, que habla de la importancia de este sector para la economía nacional.
Segunda conclusión: el 33% de las exportaciones de Argentina son generadas por el complejo oleaginoso. Uno de cada tres dólares que entran a Argentina por exportaciones, lo aporta la soja y el girasol. 
Como indicáramos anteriormente, nuestra nación exportó en el año 2016 cerca de 57.737 millones de U$S. Las exportaciones del complejo oleaginoso (soja más girasol) ascendieron el año pasado a 19.300 millones de U$S (Cuadro N°1). En consecuencia, el 33% del total de las exportaciones de Argentina en el 2016 han sido generadas por la producción de soja y girasol y su industrialización posterior. Para graficarlo de manera sencilla: Uno de cada tres dólares que entran a Argentina por exportaciones, lo aporta la soja y el girasol. Más adelante veremos lo que aporta cada producto individualmente en este grupo, donde la figura central de esta película es la Harina/pellets de soja.
Tercera conclusión: Dos de cada tres dólares que entran a Argentina por exportaciones, lo genera el campo más agroindustria más piscicultura. 
Este indicador muestra la gran relevancia que tiene la agricultura, ganadería, silvicultura y agroindustria en la economía Argentina. En el cuadro N°2 sumamos las exportaciones de productos primarios más las ventas al exterior de manufacturas de origen agropecuario (MOA) de nuestro país. A esta cifra le restamos las exportaciones de productos minerales metalíferos, escorias y cenizas. Nos da un total de 38.000 millones de dólares. Esta cifra representa el 66% de las exportaciones totales de Argentina del 2016 valuadas en 57.737 millones de U$S. De esta forma, dos de cada tres dólares que entran a Argentina por exportaciones, surgen del aporte del campo más la agroindustria y pesca.
Tengamos presente lo siguiente: en estos 38 mil millones de U$S se encuentran computadas las exportaciones de productos primarios sin procesar y los industrializados de las siguientes cadenas de valor:
Productos primarios sin industrializar: animales vivos, pescados y mariscos sin elaborar, miel, hortalizas y legumbres, frutas secas, cereales, oleaginosas, tabaco, lanas, fibras de algodón y resto de los productos primarios.
Manufacturas de origen agropecuario: Carnes, pescados y mariscos elaborados, productos lácteos, frutas secas o procesadas, café, té, yerba mate y especias, productos de molinería y sus preparaciones, grasas y aceites, azúcar, cacao y artículos de confitería, preparados de hortalizas, legumbres y frutas, bebidas, líquidos alcohólicos y vinagre, harinas oleaginosas, biodiesel, pieles, cueros, lanas elaboradas y otros.
El aporte de la piscicultura en las exportaciones nacionales en el 2016 fue de 1.679 millones de U$S. El resto (36.325 millones de U$S sobre un total de 38.000 millones) surge de las ventas al exterior de productos primarios del campo (agricultura y ganadería) y de bienes manufacturados por la agroindustria.
Cuarta conclusión: El 17% de las exportaciones de Argentina son generadas por las ventas al exterior de harina y pellets de soja.  Es el principal rubro de exportación de nuestro país.
Hemos indicado en anteriores notas de este informativo la gran relevancia que tiene la harina y “pellets de soja”. Argentina exportó –en total en el año 2016 - cerca de 57.737 millones de U$S. Las exportaciones de harina y pellets de soja ascendieron a U$S 9.969 millones (cuadro N°3). Esta última cifra equivale al 17% de las exportaciones totales de nuestro país. Es el principal rubro de exportación de la República Argentina.
L​uego podemos ver en el cuadro N°3 la enorme importancia de cuatro rubros del complejo sojero: la citada harina de soja, el aceite de soja en bruto que generó casi 4.000 millones de U$S de exportaciones, el poroto de soja (3.200 millones de U$S) y el Biodiesel (1.239 millones de U$S). Estos cuatro productos (harina, poroto, aceite y biodiesel de soja) representan en el 31,8% de las exportaciones totales de Argentina.
Quinta conclusión: El maíz es importantísimo y aporta el 7% de las divisas por exportaciones de Argentina. Sin embargo, aún nos falta mucho para poder obtener un buen ingreso de dólares exportando valor agregado en esta cadena.  
El cuadro N°4 muestra el gran aporte que hace el maíz en grano –sin procesar- a las exportaciones totales de Argentina. En el 2016 se exportó un total de 4.129 millones de U$S, lo cual representa algo más del 7% de las exportaciones totales de Argentina. Un cifra importante. Significativa. Pero el resto de los productos derivados del maíz con alguna industrialización y agregado de valor tienen una baja participación en el total de las exportaciones de Argentina y en las del propio complejo maicero. En efecto, la suma de las exportaciones de aceite de maíz en bruto, almidón de maíz, granos perlados o triturados de maíz, harina de maíz y grañones/sémola de maíz totalizaron en el 2016 apenas 50 millones de U$S, en tanto que el complejo de maíz exportó cerca de 4.236 millones de U$S en total.
Hacemos la salvedad de que en nuestro análisis –por falta de información- no hemos computado las exportaciones de otros productos que utilizan el maíz como materia prima tales como endulzantes y otros azúcares, cereales para desayuno, productos destinados la alimentación animal y de animales domésticos.
Un interesante trabajo que data del año 2013 -pero que no ha perdido vigencia en absoluto- es el realizado por las especialistas Mercedes E. Goizueta, Andrés Castellano y Melina Covacevich (INTA y Ministerio de Agroindustria de la Nación) titulado “Alternativas de agregado de valor en la cadena del maíz Argentina. Estrategias y actores diferenciales por agroindustria derivada”. Los expertos indicaban lo siguiente respecto del año 2010: “Las exportaciones del complejo de maíz argentino, ascendieron en el año 2010 a cerca de 3.500 millones USS FOB. Las mismas estuvieron constituidas en un 87% por ventas de maíz grano, participación que se ha mantenido relativamente estable durante la década pasada, evidenciando una inserción argentina en el comercio global marcadamente primaria y sin transformación”. Este trabajo –como vemos- puntualiza esta problemática: son bajas las exportaciones de productos derivados del maíz con valor agregado.
Los autores indicaban: “En el 2010 el 13% restante de las exportaciones del complejo maíz se encontraba distribuida en un 2,4% en ventas de semillas de maíz y un 10,6% por productos industrializados. Los productos industrializados (el 100% de lo exportado por este rubro) se repartía de la siguiente forma: 17,28% eran ventas al exterior de productos derivados de la molienda húmeda (aceite de maíz, almidón de maíz, endulzantes y otros azucares), un 8,77% por productos derivados de la molienda seca (harina de maíz, sémola de maíz, trozos de maíz, germen de maíz, salvado de maíz, y cereales para desayuno), un 50,31% por productos destinados a la alimentación animal y un 23,64% por productos destinados a la alimentación de animales domésticos”.
El trabajo resalta que hay rubros con interesantísimos precios internacionales tales como cereales para desayuno, productos para alimentación animal, fructuosa, aceites, etc. Esto representa una gran oportunidad futura para Argentina. Actualmente las autoridades de MAIZAR, la cadena de valor del maíz y sorgo en Argentina, están trabajando fuertemente para revertir este proceso y exportar productos de alto valor agregado en el mediano y largo plazo.
Sexta conclusión: El trigo viene pidiendo paso. Crece. En el 2016 aportó el 3,5% de las exportaciones de Argentina.
En el cuadro N°5 pueden analizarse las exportaciones del complejo trigo. Son relevantes. Ascendieron en el 2016 a 2.071 millones de U$S, un 3,5% del total nacional. Es una cadena que va a seguir creciendo en el futuro, ya que en el ciclo 2015/2016 la producción de trigo en nuestro país ascendió a 10,9 millones de toneladas. En la campaña 2016/2017, cuya recolección está prácticamente finalizada, GEA-BCR ha estimado a nivel nacional una producción de 14,9 millones de toneladas. Es de esperar que en el corriente año, crezcan las exportaciones de trigo en nuestro país.
Una mención especial debe hacerse a las exportaciones de harina de trigo. Estas son el segundo rubro en importancia en este complejo, con ventas al exterior por 178,3 millones de U$S. es probable que en el 2017, este segmento siga creciendo especialmente con destino a Brasil y otros países limítrofes.