El agua que inundó el noroeste bonaerense comenzó a bajar y la situación mejoró en varias de las ciudades que fueron afectadas por la creciente de ríos y arroyos después de las intensas lluvias de la semana pasada, y ahora los operativos están enfocados en la prevención de enfermedades y alertas ante las inminentes precipitaciones en la región.
En las localidades aledañas al Canal Arrecifes, donde el Río Arrecifes cambia su denominación según las ciudades a donde ingresa, las aguas comenzaron a bajar, aunque continúa el alerta.
De acuerdo a Télam, en el municipio de Salto, donde el agua superó los ocho metros, este fin de semana bajó, llevando mayor tranquilidad a sus habitantes que mantienen el alerta por posibles lluvias para mañana.
“Todo está mejor, el río está bajando bastante y ahora estamos con el operativo vuelta a casa que implica fumigación casa por casa y en toda la zona de la costanera”, dijo a Télam Noelia Gutiérrez a cargo de prensa del municipio.
Esta mañana, el río presentaba un nivel de 6.44 metros y el pico del viernes fue de 8.54 metros. “Desde el viernes a la noche baja el agua y eso es bueno”, dijo Gutiérrez, y añadió que el alerta continúa ante el pronóstico de lluvia que puede complicar las localidades vecinas. “También como parte de esta etapa vamos a distribuir cloro y a fumigar, ya que han aparecido alacranes”, informó.
Hasta el momento, en Salto quedaban 600 evacuados. En Rojas, otro municipio que también fue afectado por las lluvias, la situación se está normalizando y las familias estaban volviendo a sus hogares, al tiempo que las rutas que habían sido cortadas estaban nuevamente habilitadas. “Acá lo que sucedió es que el agua subió de a poco y le permitió a los vecinos autoevacuarse, es lo que denominan evacuación en seco”, dijo Raúl Calegari, responsable de prensa del municipio de Rojas. “Si bien hubo más agua en cantidad también hubo más tiempo para organizarlo. Ya no hay alerta pero estaremos atentos por el pronóstico”, agregó.
Rojas también informó que hubo aparición de alacranes por lo que enfocó el operativo a la prevención de enfermedades y fumigación. “Ahora estamos informando sobre la aparición de alacranes o del dengue, aparecieron en la ciudad tres alacranes así que estamos atentos a prevención de enfermedades, campañas sanitarias”.
En tanto en Arrecifes, donde se esperaba que drene el caudal de agua que viene bajando desde la ciudad de Rojas, continúan en alerta por el pronóstico de lluvias, aunque también asumieron que la situación mejoró. “El agua llegó a 6.60 metros y empezó a bajar: ahora estamos en 5.50, pero todavía está 5 metros arriba de lo normal”, explicó Fernando Ciongo, de Bomberos de Arrecifes.
Ciongo agregó que en la ciudad el agua viene desde dos lados, ya que el río Salto viene de Rojas, pasa por Salto y viene a Arrecifes, en un brazo; y en el otro, el río Pergamino viene de Colón, pasa por Pergamino y llega a Arrecifes. “Se supone que el mayor caudal de agua ya llegó, porque en otros lugares ya bajó pero la Cuenca está tan llena que se complica que drene”, agregó.
Remarcó que hubo 109 evacuados, de los cuales 56 eran menores, pero aclaró que “ya fueron volviendo a sus hogares a medida que el agua fue bajando”. “Ahora empezamos las fumigaciones y seguimos en alerta porque se esperan lluvias para fines de esta semana y la otra”, subrayó.
En tanto en La Emilia, en San Nicolás que sufrió el ascenso de agua y tuvo unos 4 mil evacuados, continúa el “control epidemiológico” también ante la expansión de enfermedades, con camionetas y móviles enviados por el ministerio de Salud de la Provincia.
Ayer se hizo presente en La Emilia la diputada Elisa Carrió de la Coalición Cívica, y también militantes y dirigentes de La Cámpora y el Movimiento Evita para “aliviar la situación de los vecinos del lugar”.
En Pergamino, donde la situación también está “mucho mejor” en relación a la crecida del agua, hoy manifestaron alerta por la aparición de alacranes y lanzaron un operativo de fumigación.
Ayer, el vicegobernador de Buenos Aires, Daniel Salvador, dio a la prensa un panorama que describió como “compás de espera” para las localidades pertenecientes a la Cuenca Arrecifes. “El agua comenzó a bajar: el panorama es tranquilizador”, dijo Salvador en referencia a que “los anegamientos siguen en los campos” pero las zonas urbanas “están controladas”.
