Después de tres días de debates, los científicos de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas, un organismo internacional que reúne a 60 países, decidió que el kilo ya no será el de siempre, regido por un objeto real -un cilindro de platino e iridio-. A partir de ahora su peso lo determinará una fórmula matemática.
La consecuencia práctica será que las balanzas sumarán unos 50 microgramos por cada unidad, cifra que los expertos consideran que se había perdido de este prototipo, probablemente por la incidencia del clima o el entorno. «Este congreso aparecerá en la historia como el mayor evento para la metrología porque marca una transformación radical en el sistema base para la ciencia y el intercambio económico global», mantuvo Sébastien Candel, presidente de la Academia de Ciencias de Francia, en la clausura de la 26º Conferencia General en Versalles. Con estas palabras, Candel decretaba la obsolescencia del 'Gran kilo', el objeto de referencia, despojado de fiabilidad, y guardado en Sèvres durante 130 años.
El kilogramo era la última medida determinada por un objeto, sustituidas todas las demás por constantes físicas y matemáticas. Según la propuesta aprobada ayer, la ecuación que impondrá cuánto contiene el kilogramo proviene de la mecánica cuántica, específicamente de la constante de Planck, que se basa en la relación entre un fotón y su onda electromagnética. Nada de esto tendrá que saber, desde luego, ni el comprador ni el vendedor, y todavía es una incógnita cómo se impondrá la nueva medida en los mercados y las tiendas del mundo, pero los científicos sí han anunciado cuándo entrará en vigor la nueva medida: el 20 de mayo, Día Mundial de la Metrología.
El cambio de medidas aprobadas en Francia afecta a otras tres unidades: amperio (mide la electricidad), kelvin (temperatura) y mol (densidad). Ésta ha sido la mayor revisión desde que la misma conferencia, en su edición undécima, reestructuró el sistema métrico decimal. También decidieron reformular el metro y la candela (intensidad luminosa), pero en la práctica no aumentan ni disminuyen.
El cambio de la medida del kilogramo puede resultar imperceptible a simple vista, pero supondrá mayor exactitud en la medición de grandes cantidades o, todo lo contrario, de las más pequeñas, en el campo de la medicina, la navegación por satélite, los deportes o las finanzas. El destino del 'Gran kilo', víctima de su adelgazamiento, no ha sido aclarado por los científicos