Hoy es un día importante para el sector productivo. En el campo muchos están pensando en las labores agrícolas y a la vez paran la oreja para tener algo de información de lo que pueda ocurrir por la tarde, pero los dirigentes de cada una de las entidades tienen un gran dilema en su cabeza: apoyar al gobierno que le permitió al sector productivo tener esperanza después de muchos años o reclamar el cumplimiento de las promesas de campaña del actual presidente, que contó con el apoyo incondicional del agro en todo el país.
Antes de recibir en Olivos a los presidentes de las cuatro entidades, Macri tiene una estrategia: dialogar y buscar una salida pacífica al conflicto planteado.
Por un lado, en el propio gobierno hay posiciones tomadas en cuanto a la fijación de prioridades. El Ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay dejó en claro que es necesario tener más recursos para luchar contra una de las batallas más importantes que planteó el presidente: la pobreza. Justamente días atrás cuando se conoció el índice de pobreza, Macri indicó que no cumpliría una de sus promesas centrales, el hambre cero.
También están los más conservadores, que sostienen que Macri debe cumplir con su palabra, pero no sólo por eso, sino porque el campo dará otra señal muy fuerte si le confirman la quita de retenciones, con una gran estimación de siembra de soja, tal como lo hizo con la siembra de maíz. Y con ese aumento en hectáreas, se podría recuperar el 5% que el estado deja de recaudar.
Por el momento, no existen confirmaciones acerca de la definición "no positiva" para el agro, que implicaría mantener las retenciones por una campaña más al 30% para la soja y las entidades se reúnen con el Ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, para llevar a una posición que satisfaga a todos.
En los pasillos del Ministerio se habla de algún tipo de diferenciación para los productores que están a más de 900 kilómetros de un puerto, otros aventuran una posición diferencial para los que producen en el NOA e incluso existen propuestas para reconocer a los pequeños productores.
La realidad es que las próximas horas serán clave para entender qué piensa el gobierno sobre la capacidad de generación de empleo y riqueza que tiene el agro. Y también para poner en juego su credibilidad y/o poder de convencimiento sobre la situación real de la Argentina.
