Las autoridades del Inase flexibilizaron los requisitos para comercializar semilla de soja en la campaña 2016/17 debido a las pérdidas productivas y de calidad registradas por el temporal ocurrido en abril pasado.
A partir de un pedido realizado por los representantes de la Cámara Argentina de Semilleros Multiplicadores –que informó que muchos lotes de semilla fiscalizada se perdieron o generaron producciones que no pudieron alcanzar un estándar mínimo de calidad– el Inase autorizó en el presente ciclo la comercialización de semilla identificada.
“Sólo podrán identificar semilla de soja aquellas empresas que, siendo semilleros fiscalizadores, hubiesen inscripto lotes de dicha especie para su fiscalización en la campaña 2015/16”, indica la resolución 400/16 del Inase publicada ayer en el Boletín Oficial . “El Instituto Nacional de Semillas evaluará las solicitudes presentadas y, en caso de corresponder, emitirá la autorización solicitada”, añade.
La semilla identificada es aquella que cuenta con la información necesaria para determinar su origen y cumple con requisitos mínimos de calidad, mientras que la fiscalizada, además de las exigencias anteriores, demostró buen comportamiento en ensayos aprobados oficialmente y está sometida a control oficial durante todas las etapas del ciclo de producción (siembra, desarrollo, cosecha, acondicionamiento, envasado y rotulado del producto final).
Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en el ciclo 2008/09, cuando el Inase redujo el estándar de Poder Germinativo (PG) a un mínimo de 70% para comercializar semillas de soja, en la presente campaña se exige que tanto la semilla identificada como fiscalizada tengan un mínimo del 80% .
La resolución 400/16 es necesaria porque la normativa vigente dispone que el 100% de los cultivares de soja comercializados en el mercado argentino deben provenir de lotes fiscalizados por el Inase.
En la zona de influencia de San Genaro (Santa Fe) las muestras analizadas antes del temporal de abril registraron un PG promedio del 90%, mientras que luego del evento climático cayó a 44%. En Rosario ocurrió algo similar: pasó del 90% al 58%, según datos del Mapa de Calidad de Soja relevados por la Asociación de Laboratorios Agropecuarios Privados (ALAP).
En Gualeguay el PG promedio de las muestras analizadas se ubicó también en apenas un 51% versus 90% el año pasado, al tiempo que en San Antonio de Areco y Rufino fue de 62% contra 83% y 81% en 2015 respectivamente. Otra zona con semilla de baja calidad es el sudeste cordobés: en Monte Buey se relevó un PG promedio de 63% versus 86% en 2015.