Si bien desde el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, adelantó aspectos del proyecto de ley de cambios en Ganancias que el Poder Ejecutivo aún no envió al Congreso, en la denominada "ley de leyes" no hay avances en ese sentido, en medio de negociaciones del Gobierno con provincias y sindicatos.
En cuanto a los derechos de exportación a la soja, actualmente del 30 por ciento, el compromiso de reducirlos en cinco puntos porcentuales por año habría quedado postergado, en el marco de una "sojización de las exportaciones", según la caracterización del vocal de la ASAP, Guido Rangugni.
Esa "sojización" se desprende del contraste entre el crecimiento esperado de las exportaciones e importaciones (30 y 32 por ciento, respectivamente) y el de la recaudación de impuestos del comercio exterior (retenciones y tasa de Estadística) del 38,2 por ciento.
La diferencia, a juicio de Rangugni, surge de "una mayor participación de las exportaciones de soja dentro de las exportaciones totales".
En cuanto al impuesto a las Ganancias -en el que a diferencia de salarios y jubilaciones no hay ninguna pauta que sugiera un "piso" de variación- la indefinición podría ser consecuencia de las negociaciones que el Gobierno aún está llevando a cabo con las provincias y los sindicatos.
En ese aspecto, las partes tienen intereses contrapuestos: como el impuesto es coparticipable, las provincias quieren que la suba del mínimo no imponible y los cambios en las escalas sea lo más gradual posible, como ya lo expresaron en la reciente reunión del Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal
La postura de los gremios es la opuesta, ya que buscan una rápida modificación que se traduzca en una mejora del poder adquisitivo.
En ese marco se dará la discusión en el Congreso, donde el oficialismo es minoría en ambas cámaras y tanto gobernadores como sindicalistas tienen incidencia en los diferentes bloques en los que se divide el peronismo.