Uno de los dos incendios de pastizales que se habían desatado el lunes por la tarde en la ciudad se reactivó este martes y puso en alerta a un numeroso grupo de vecinos del Plan 5.000: otra vez tuvo que intervenir el avión hidrante de Defensa Civil por la magnitud de las llamas.
Todo se desató pasadas las 14:30 horas de ayer. Al lugar llegaron varias dotaciones de bomberos, integrantes de Defensa Civil y efectivos policiales. Ocurrió en un campo que da sobre la calle Balbín, al sudoeste de la ciudad.
En ese mismo lugar ardieron este lunes varias hectáreas del mismo predio. El fuego se había iniciado en inmediaciones del basurero a cielo abierto que está sobre la calle Tita Merello. Para tratar de contener las llamas y que no se extiendan hacia otros sectores, el avión hidrante realizó varias descargas de agua.
El otro de los incendios del pasado lunes fue denunciado a las 15:30 horas por vecinos que divisaron la columna de humo al oeste de la ciudad, detrás de la laguna Don Tomás. En Bertón y Ñandú Sur, límite entre la ciudad capital y Toay, se quemó parte de una quinta. En el lugar no estaba el dueño y gracias a la acción de los bomberos el fuego no afectó la vivienda y un galpón. Estuvo a metros de llegar a la casa.
La Policía dice que, en principio, se trataría de incendios que se originaron de forma natural, a raíz de la sequía y las altas temperaturas.