Según cifras del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, en los primeros 50 días del año se quemaron más de 60 mil hectáreas, principalmente en la Patagonia. Puntualmente, la provincia de Chubut vio desaparecer 3.864 hectáreas de bosque patagónico a causa de los incendios forestales.
En este contexto, técnicos del INTA El Hoyo y El Bolsón, en articulación con la Corporación de Fomento del Chubut (CORFO) y los Municipios de Lago Puelo y El Hoyo, llevan adelante diversas acciones, como un relevamiento socioproductivo.
A partir de este estudio, hasta el momento, se contabilizaron 100 familias afectadas en El Hoyo y 487 familias de Lago Puelo de los parajes de Las Golondrinas y Cerro Radal. Por su parte, la localidad de El Maitén cuenta con 10 establecimientos con daños.
Javier Mariño –jefe de la Agencia de Extensión del INTA El Hoyo– se refirió a los faldeos dañados en el Piltriquitrón y el cerro Currumahuida, característicos por sus pendientes muy pronunciadas. “Con el advenimiento de lluvias de temporada, se lavará la capa fértil”, señaló.
En esta línea, Mariño destacó que “están brindando asistencia técnica para mitigar estas medidas con recomendaciones de cobertura con abonos verdes y líneas de abono verde para contención”.
Asimismo, a las pérdidas evidentes se le suma la caída de un sinnúmero de transformadores y postes de luz, lo que genera problemas adicionales a la cosecha y poscosecha de la fruta fina, por la demanda de las cámaras de frío. Además, se desintegraron las mangueras de toma de agua para riego y consumo animal.
Con respecto a esto, Mariño indicó que, mediante el gobierno provincial, se gestionaron 10 grupos electrógenos de diferentes dimensiones y características y que se pusieron a disposición de los productores. Esto se suma a dos cámaras de frío en el municipio para que puedan llevar su cosecha y congelarla para no perderla.
Otro problema registrado como consecuencia de los incendios es la quema de los alambrados de muchos predios que tienen animales en la Cordillera. En consecuencia, los productores no saben si los animales están perdidos o murieron. A su vez, hay complicaciones a escala sanitaria y nutricional de los animales de granja, caballos y ganado ovino y bovino.
Por su parte, Axel von Müller –coordinador del Área Forestal del INTA Esquel– analizó el impacto de los incendios forestales en la Comarca y se mostró preocupado por “la extensa dimensión de este incendio y el impacto socioambiental que supone”.
En este contexto, técnicos del INTA brindan asistencia veterinaria inmediata a grandes y pequeños animales. Esta ayuda se suma a la que aporta un grupo de veterinarios voluntarios de la Comarca en la ruta, ubicados en un puesto sanitario. El incendio dejó una inmensa cantidad de animales perdidos y quemados.
En esta línea, Mariño destacó que “desde el INTA se están entregando fardos de pasto a los productores afectados”. Esta ayuda se suma a la que ofrece el Círculo Veterinario con la compra de insumos para atender animales mayores y mascotas, afectadas por el incendio.
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Por otra parte, la Escuela Agrotécnica de Cholila realizó una donación de 100 fardos que serán distribuidos entre los productores de afectados por el incendio, que tienen ganado y necesitan forraje.
Asimismo, desde el INTA El Hoyo se entregaron en Cholila cajones de crías de pollitas bebé que serán distribuidas entre productores afectados por el incendio, así como alimento balanceado, comederos y bebederos.
Además, se llegó a un acuerdo con el Área de Producción del municipio, para que realicen la recría de los próximos 15 días. Luego, estarán disponibles 200 pollitas bebé ponedoras, para repartir entre familias priorizadas.
Lo que el fuego se llevó
Los incendios más recientes registrados el 9 de marzo afectaron las localidades de El Hoyo, Lago Puelo y El Bolsón. Las fuertes ráfagas de viento favorecieron la rápida propagación del fuego que se avanzó sin control sobre 300 viviendas, bosque, chacras y establecimientos de producción frutícola, hortícola, ganadería ovina y bovina, apícolas y forrajeros.
Además, una gran cantidad de animales quedaron atrapados por el fuego y, algunos de ellos, incluso, se encuentran perdidos o con heridas ocasionadas por el fuego, dado que los propietarios debieron abandonar sus viviendas.
Fue la lluvia y la labor de los Brigadistas, Bomberos Voluntarios y colaboradores lo que permitió controlar el fuego, que aún se encuentra activo en algunos puntos de la región. Una vez que paso el fuego, diversas instituciones y organizaciones acercaron ayuda a las familias afectadas, entre ellos, el INTA. Para Mariño, “recuperar la flora, la vegetación y lo que se perdió, llevará mucho tiempo”.
Fuente: INTA Informa