La rebaja del precio del bioetanol, tanto de caña de azúcar como de maíz constituye "un golpe brutal" a la economía del Norte argentino y en especial a la actividad alcoholera, ya que "provocará una pérdida estimada entre $ 1.500 millones y $ 2.000 millones para las provincias", advirtió hoy la Cámara Argentina de Alcoholes (CAA).
"Esta medida es un golpe brutal al sector productor de biocombustible con origen caña de azúcar, que genera 50.000 empleos directos y 200.000 indirectos en el noroeste argentino, lo que lo hace el sector privado más importante de Tucumán, Salta y Jujuy, en un producción regional con alto valor agregado y tecnología de última generación", advirtió la CAA.
En un comunicado firmado por el vicepresidente de la entidad, Jorge Rocchia Ferro, la entidad aclaró que la baja de los valores del bioetanol fue una decisión unilateral del gobierno nacional.
El pronunciamiento advirtió también que la disposición de la cartera de Energía, publicada en el Boletín Oficial, "atenta contra el principio de seguridad jurídica, dado que las empresas ?bioetanoleras' y azucareras realizaron inversiones sobre la base de un escenario previsto en la ley hasta 2021 pero en cuestión de horas, ese escenario cambió por una decisión inconsulta del Ministerio de Energía".
Según los empresarios, la medida gubernamental supone "una contradicción con el objetivo del Plan Belgrano, que el gobierno sostiene desde su inicio y que supuestamente busca saldar la deuda histórica que la Argentina tiene con las 10 provincias del norte y su gente".
"La baja en el precio del bioetanol generará pérdidas millonarias al NOA, que se trasladarán a los más de 6.000 cañeros, proveedores, contratistas, trabajadores y a todas las actividades económicas relacionadas con este industria, afectando además a los Estados Provinciales", agregó.
La declaración sostiene también que "el ajuste de la economía de nuestro país no debe hacerse con un recorte brutal de ingresos para la economía regional más importante del Noroeste argentino, que siempre fue postergado en la mesa de las decisiones y con esta medida lo sigue siendo".
"No queremos que se repita la tremenda situación vivida en 1966, cuando cientos de miles de trabajadores de la actividad azucarera dejaron sus provincias para engrosar el cinturón pobre de la ciudad de Buenos Aires", recordó la Cámara en el comunicado.