Los valores pagados por los arrendamientos de campos para la siembra de soja en la provincia de Córdoba tuvieron un incremento del 23% en la nueva campaña, una cifra equivalente a alrededor de 10,5 quintales por hectárea, según consignó la Bolsa de Cereales local en un informe.
Esto significa que el alquiler promedio es de U$D 280 por hectárea, 52 dólares más que la campaña anterior, influido por el incremento en la cotización del contrato a mayo 2018 respecto al precio a cosecha de 2017.
El costo promedio se ubica en Córdoba se ubica en 10,5 quintales por hectárea, es decir un quintal más (100 kilos) que la campaña previa y medio quintal más que la primera estimación realizada en julio.
Este valor se posiciona como el más elevado de las últimas seis campañas, equiparándose con el correspondiente al ciclo 2012/2013.
A nivel regional, los valores de los departamentos del sur son los que se mantienen o aumentan menos, los ubicados en la zona núcleo se recuperan luego de las caídas del año anterior y los del norte vuelven a mostrar un incremento.
Es importante destacar que las modalidades de negociación (quintales fijos, a porcentaje, mixtos) pueden variar sustancialmente de un lote a otro como consecuencia de las características de los mismos.
A nivel departamental, los arrendamientos promedio presentan grandes variaciones debidas, no sólo las características agronómicas de los lotes, sino también a la ubicación y las condiciones de los caminos para acceder a los mismos.
En los departamentos del sur de la provincia, principalmente, continúan los problemas de suelos y caminos como consecuencia de los excesos hídricos ocurridos a lo largo del año, por lo que los incrementos respecto a la campaña anterior son nulos o de medio quintal.
En la zona norte, departamentos como Totoral y Colón son los que registran los mayores incrementos absolutos con subas de 3 quintales por hectárea producto del buen desempeño que registraron los cultivos durante el ciclo 2016/17.
En los departamentos Unión y Marcos Juárez, se registra una recuperación de 1,5 y 2,5 quintales de soja por hectárea.