“¿Creés que esto es lo que hacen durante el día?”, pregunta el cartel de la película Mascotas, en el que vemos a Max -uno de los protagonistas- esperando sentado frente a la puerta a que su dueña vuelva a casa de trabajar. Pero, aunque la historia empieza mostrando esta realidad, habría sido imposible llenar las salas de cine de personas dispuestas a ver a un perro delante de una puerta durante más de una hora de largometraje.
Así que, en la ficción, Max y sus amigos -las mascotas de los vecinos- viven una emocionante y divertida aventura en Nueva York. Sin embargo, muchos de los Max de la vida real pasan sus días sentados frente a las puertas de sus casas esperando a sus dueños. Otros los transcurren el rompiendo normas que jamás desobedecerían delante de sus humanos. Están los que duermen, los que lloran, y así podemos seguir con la lista.
Esto ocurre la mayor parte de la semana y -en muchos casos- durante muchas horas al día, y es algo que los dueños de estas mascotas vivan con indiferencia. Por esto, desde hace algunos años, muchas empresas han decidido llevar a cabo políticas como “El día de llevar a tu mascota al trabajo”, y otras para que los perros y gatos de sus empleados formen parte de su día a día.
Distintas instituciones decidieron estudiar cómo afectan este tipo de prácticas a la vida de los trabajadores durante sus jornadas laborales y las conclusiones demostraron que los resultados son más que positivos.
Una investigación sobre la presencia de los perros de empleados en los entornos laborales llevada a cabo por la Virginia Commonwealth University (EE.UU.) descubrió que aquellas personas que trabajan en empresas que permiten llevar a las mascotas se sienten menos estresadas a lo largo del día que aquellas que no viven esta experiencia.
Los expertos analizaron las variaciones de los niveles hormonales en tres grupos de empleados: unos que tenían mascotas y podían llevarlas al trabajo, otros que las tenían pero las dejaban en casa, y otro en el que los voluntarios no tenían animales.
En las primeras pruebas, realizadas por la mañana, las muestras de saliva de los participantes del estudio no mostraron ninguna diferencia entre los niveles de hormonas. Sin embargo, a medida que pasaban las horas las pruebas empezaron a mostrar cómo el estrés empezaba a disminuir en las personas que habían llevado a sus perros al trabajo. Por el contrario, el estrés de aquellos que los habían dejado en casa y de los que no tenían mascotas aumentó significativamente.
“Las diferencias en el estrés registradas entre los días en los que el perro estaba presente y los que no fueron representativas. El conjunto de empleados tenía un nivel de satisfacción mayor del que hay normalmente en los lugares de trabajo”, afirma Randolph Barker, profesor de administración de la Virginia Commonwealth University y lider de la investigación.
El estudio concluye que tener a los perros en el entorno laboral puede contribuir a mejorar tanto la satisfacción del empleado, como su desempeño y rendimiento. Algo en lo que coincide una extensa encuesta realizada por la organización sin fines de lucro American Pet Products Manufacturer’s Association (APPMA) en empresas estadounidenses. Entre las conclusiones se habla de ambientes más creativos y productivos, e incluso de empleados dispuestos a pasar más horas trabajando.
Empresas que permiten las mascotas en el trabajo
Esta encuesta también revela que “casi una de cada cinco empresas estadounidenses permiten que las mascotas vayan con sus dueños a los lugares de trabajo”. Una tendencia que va en aumento en muchos países.
Entre estas compañías se encuentra una reconocida no solo por ser uno de los gigantes informáticos de Silicon Valley, sino por sus políticas para mantener a los empleados contentos. Hablamos de Google, que se muestra orgullosa de sus iniciativas pro “peludos” -a los que la empresa llama de forma cariñosa “Dooglers”- en muchas de sus oficinas del mundo. Amazon es otra de las grandes compañías estadounidenses que permite que las mascotas acudan a su oficina situada en Seattle.
En 2015, Nestlé anunciaba con orgullo que su oficina de Gatwick (Reino Unido) sería la primera de la empresa en convertirse en “un lugar en el que los trabajadores y sus perros pueden trabajar juntos en un ambiente feliz y seguro”. Esta iniciativa se llevó a cabo como parte del programa de salud y bienestar de la empresa. Dos años después, informa la BBC, los trabajadores de esta oficina comparten espacio con unos 25 perros.
En Barcelona, Affinity Petcare tomó la decisión -hace dos años- de dar la posibilidad a sus trabajadores de llevar a sus perros a la oficina de Sant Cugat. La empresa habilitó un espacio común, llamado Doggy Zone, en el que pueden convivir varios perros a la vez y a los empleados les encantó la iniciativa.
Precauciones y normas
Las empresas que llevan a cabo este tipo de iniciativas tienen en cuenta que hay que cumplir ciertas reglas para mantener un entorno laboral seguro. Amazon, por ejemplo, cuenta con una lista de requisitos que los empleados deben cumplir para poder llevar a sus mascotas al trabajo:
-Los empleados tienen que obtener el visto bueno de sus jefes.
-Los perros deben estar al día en sus vacunas y deben tener buen comportamiento.
--Los perros deben ir atados cuando se mueven por el edificio, aunque pueden estar sueltos si están cerca del escritorio de sus dueños.
-Los empleados no pueden dejar a los perros solos en sus espacios de trabajo.
Otras condiciones, que se pueden considerar de sentido común, suelen ser:
-No llevar a los perros al trabajo si están enfermos.
-Tener siempre bolsas para recoger las heces de las mascotas.
-Que sepan relacionarse con otras personas que no sean sus dueños.
-Que se lleven bien con otros animales.