La Cámara de la Industria y comercio de carnes (Ciccra), relevó que en julio el promedio del consumo de carne vacuna por habitante fue equivalente a 46,9 kilos por año, cifra 0,3% inferior al mismo mes del año anterior y ubicándose así un 9,1% por debajo de julio de 2019.
Además, presentó una caída del 32% si se lo compara con el mismo período de 2009, el valor más alto registrado en los últimos 18 años. Estos datos ubican al consumo de carne de vaca en sus mínimos históricos.
Por ejemplo, según un documento presentado hace pocos días por la Bolsa de Comercio de Rosario, el año pasado se consumió en el país un promedio de 47,8 kg/habitante por año.
“Debemos retrotraernos hasta 1920 para encontrar un registro en el que se haya absorbido internamente un menor volumen de carne bovina per cápita. En esos días, se había acentuado la tendencia hacia la baja de la ingesta nacional, llegando al mínimo histórico de 46,9 kilos por habitante al año”, aseguraron desde la entidad. Es, justamente, la cifra que se alcanzó en julio según Ciccra.
“Si analizamos el consumo histórico (período 1914-2021), la ingesta promedio fue de 73,4 kilogramos por habitante por año, mientras que el promedio de los últimos cinco años, fue de 54,5 kilos”, agregó el informe de la Bolsa de Comercio de la ciudad santafesina.
Es que, tal como resaltaron desde la entidad, se observa en los últimos años que los argentinos suplen la carne vacuna por la de otros animales: de los 109,4 kilos de carne que un habitante consume por año, sólo el 44 por ciento corresponde a cortes bovinos: en los 2000, esa cifra representaba más del 60 por ciento. Así es que el pollo, por ser más económico, y también el cerdo, fueron ganando terreno.
