Los técnicos del Ministerio de Agricultura rionegrino recorrieron ayer la zona de desastre agrícola en Río Colorado y confirmaron la noticia que nadie quería escuchar: las abundantes lluvias que afectaron a la localidad hace algunos días provocaron la pérdida del 100% de la producción hortícola. Además, ya se prevé daños importantes en la fruticultura, con pérdidas en plantaciones nuevas de carozos e inconvenientes con la sanidad en la próxima temporada.
“Esta situación es un desastre y los productores tendrán un año desesperante. Es increíble como quedaron sectores devastados, con campos que llevan una semana bajo agua sin que se pueda ingresar y los invernáculos inundados y destrozados”, dijo la técnica Constanza Tasca.
Hasta ayer se recibieron 110 declaraciones juradas de los productores que producen horticultura en la localidad y faltaban completar datos a más de una veintena de documentos.
Tres representantes del Gobierno provincial, junto a la ingeniera de la Cámara de Productores, Pilar Muñiz y Horacio Prieto, secretario de Desarrollo Económico de la comuna, realizaron un complicado recorrido sorteando obstáculos para ingresar a los campos que fueron afectados por los más de 200 milímetros de lluvia caída durante el fin de semana pasado en la comarca.
[button color="" size="" type="round" target="" link=""]La próxima semana tendrán todos los datos procesados que permitirán que el Gobierno provincial declare en emergencia y/o desastre agropecuario al departamento de Pichi Mahuida y no se descarta que la misma medida abarque a Valle Medio, que tenía una situación crítica similar a Río Colorado.[/button]
Se comprobó que muchos campos productivos que llevan más de una semana con 20 y 40 cm de agua, no cuentan con los correspondientes drenajes y en otros casos, por la falta de mantenimiento en las obras, no funcionaron adecuadamente.
Las pérdidas superaron el 80% de las verduras y hortalizas que estaban por ser cosechadas y el resto de la producción como el zapallo y la cebolla que estaban acopiadas no serán levantadas, al igual que otras producciones de hoja porque llevan muchos días bajo agua y con la imposibilidad de ingresar a los campos.
“Todo eso se termina pudriendo y lo poquito que a lo mejor se puede salvar, no alcanza a cubrir el gasto. Y todas las producciones de hortalizas que estaban en invernáculos se perdieron todas, no hay nada que salvar”, señaló el técnico Gastón Tordí.
