El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) donó a entidades de bien público 13,5 toneladas de alimentos, tanto de origen vegetal como animal, que eran transportados sin la documentación sanitaria que permite conocer su procedencia y condiciones de producción y/o elaboración.
Del total de la mercadería decomisada, en los casos en que se pudo constatar que se encontraba en buenas condiciones para su consumo, se coordinó su donación a entidades de bien público. En cambio, casi 600 kilogramos de la mercadería que no contaba con las condiciones higiénico sanitarias adecuadas para su transporte y conservación fue destruida para preservar la salud de la población.
Es así que 5.436 kilogramos de frutas y hortalizas frescas fueron entregadas a los municipios de La Adela, en La Pampa, y de Río Colorado, en Río Negro; y que 7.800 kilogramos de cebollas se donaron al banco de alimentos de la ciudad de Bahía Blanca. En tanto qué debieron destruirse 97 kilos de quesos y fiambres y 500 kilos de carne bovina sin hueso, que no cumplían con los requerimientos para garantizar su inocuidad.