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“Somos miles de familias trabajadoras de la tierra que producimos los alimentos que el pueblo consume diariamente: verduras, cerdos, leche, queso, maíz, huevos, pollos… Pero a pesar de la dignidad de nuestro trabajo, las condiciones en las que vivimos, producimos y comercializamos son muy precarias”, comentaron desde la...

“Somos miles de familias trabajadoras de la tierra que producimos los alimentos que el pueblo consume diariamente: verduras, cerdos, leche, queso, maíz, huevos, pollos… Pero a pesar de la dignidad de nuestro trabajo, las condiciones en las que vivimos, producimos y comercializamos son muy precarias”, comentaron desde la Unión a través de su cuenta de Facebook

Por un lado, “una gran mayoría de los pequeños productores NO somos dueños de la tierra en la que vivimos y producimos, siendo esclavos de alquileres desregulados y de incertidumbre constante (no sabemos si en unos meses seguiremos en esa tierra)”, ampliaron.

Por otro lado “somos esclavos de un modelo de producción basado en insumos agroquímicos a precio dólar, y un sistema de comercialización con una diferencia promedio del 400% entre lo que recibe el trabajador en su quinta o chacra y lo que paga el vecino en el barrio. Somos familias que producimos alimentos para el mercado interno, no commodities para la exportación”, indicaron.

Rosalía Pellegrini comentó que “representamos más de 10.000 familias y no recibimos ni compensaciones. Producimos las lechugas que se consumen en Capital Federal y mientras a nosotros nos pagan 2 pesos el kilo, el consumidor paga casi 30 pesos”.

En relación a los problemas logísticos que la movilización puede generar, teniendo en cuanta las medidas de seguridad que actualmente están vigentes en el microcentro por el “Mini Davos”, sumando a lo complejo que es entrar con los camiones, Rosalía explicó que “los vamos a hacer igual porque nosotros queremos hacer visible nuestro problema. Queremos que nos den una solución y que nos escuchen. Los municipios no hacen nada, el Ministerio de Agroindustria impulsó algún que otro proyecto, pero tampoco nos dio ninguna solución. Por eso llegamos a esta situación”.

Otro de los puntos fuertes fue el tema de la Ley de Acceso a las Tierras. “Nosotros no podemos seguir pagando alquileres ilógicos y trabajar al mismo tiempo por dos pesos. Todo se encareció. El costo de vida, el precio de los alimentos, de los agroinsumos, el gasoil y nosotros ganamos lo mismo. El Estado debe intervenir para que nosotros podamos seguir existiendo como productores”, amplió Pellegrini