El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Guillermo Bernaudo, y el embajador Reino de los Países Bajos Roel Nieuwenkamp, encabezaron el Taller "Rediseñando la Cadena Hortícola Argentina", organizado por la Secretaría de Gobierno de Agroindustria junto a la Universidad de Wageningen (WUR) y la Embajada de los Países Bajos, con el objetivo de mejorar la calidad y la eficiencia en la producción del sector.
"La actividad de capacitación y transferencia mutua que hoy nos convoca es posible gracias al marco de cooperación bilateral entre la Secretaría de Gobierno de Agroindustria de la Nación y el Centro de Investigación de la Universidad de Wageningen, logrado a partir de la firma del Memorándum de Entendimiento entre nuestro país y el Reino de los Países Bajos. Durante la visita del Presidente Macri, en marzo de 2017", destacó Bernaudo.
Fue ese entorno que permitió establecer un vínculo sólido de trabajo entre especialistas argentinos y holandeses, a partir del cual se creó un espacio para el relevamiento, diagnóstico y búsqueda de acciones tendientes a una mejora en la cadena de producción hortícola.
En este sentido, el subsecretario de Agricultura, Luis Urriza, señaló: "Con el apoyo de los Países Bajos y la WUR aplicamos metodologías de colaboración entre el sector público, el privado y las áreas de investigación, en lo que se denomina "triángulo de oro". Y agregó que a partir de ese concepto: "estamos realizando actividades como este taller para planificar acciones concretas a llevar adelante en la economía real de la Argentina, tanto en el 2019 como a mediano y largo plazo".
En la jornada se consensuaron herramientas destinadas a reconfigurar la cadena de suministro con el fin de mejorar su eficiencia desde un enfoque agro-logístico. Se espera, por esto mismo, lograr un impacto directo en inocuidad y la seguridad alimentaria, que redundará en un beneficio final para el consumidor y la sociedad en su conjunto.
Dentro de los temas abordados bilateralmente se encuentran el manejo post cosecha, la agrologística, la tecnología de invernadero y la calidad del agua de riego.
Otro de los desafíos que se plantearon tiene que ver con la tecnología, donde los aportes de la genética pueden marcar la diferencia. Es por eso que desde Agroindustria se destacó el trabajo en conjunto con el Honorable Congreso de la Nación para poder contar con una Ley de Semillas que permita el desarrollo genético tanto nacional como extranjero.
"Son muchas las necesidades que se plantean en un sector donde la formalidad es clave, por lo que subrayó la necesidad de seguir trabajando, al igual que la Secretaría procedió en otras cadenas como la cárnica, en la formalización de la producción frutihortícola. Contamos para ello con importantes herramientas como el Documento de Transito Vegetal (DTV) de Senasa y el afianzamiento de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA)", resaltó Bernaudo.
Por otra parte, sobre la carga impositiva para el sector, se reafirmaron los esfuerzos para atenuarla en beneficio de los dos eslabones más vulnerables de la cadena: productores y consumidores.
La Universidad de Wageningen es la más prestigiosa Casa de Altos Estudios del mundo en lo que se refiere a la producción de frutas y hortalizas. Y como contraparte, los Países Bajos son el segundo exportador mundial de estos productos después de EE.UU.
En el evento estuvieron además el gerente Top sector Horticultura, Loek Hermans; Ernst van de Ende, de la Universidad de Wageningen; el presidente de Senasa, Ricardo Negri; y el presidente del INTA, Juan Balbín.