El panorama del agro es complejo, no solo por el alza de costos clave. La mayor preocupación es la falta de lluvias, en un ciclo agrícola que en la mayor parte de las zonas arrancó con déficit hídrico.
Lejos de normalizarse la situación se ha agravado, en vista de lluvias que estuvieron por debajo de los requerimientos de los cultivos. En tanto, las lluvias siguen siendo erráticas e insuficientes, más aún cuando el maíz y la soja de primera atraviesan el período crítico de floración.
Desde Márgenes Agropecuarios consideran que los rindes estarán por debajo de los proyectadosy la magnitud de la merma dependerá del clima de las próximas semanas. Los resultados, en cada zona y en cada campo, dependerán de los milímetros de lluvia.
Lo concreto es que ante costos en alza se requieren más quintales “para salir hecho”, pero ante lluvias insuficientes, los rindes se verán afectados.
La situación de los arrendamientos es más complicada que la de quienes siembran por administración en campo propio, en vista de que los costos son mayores.
Resultados de la fina
En cuanto a la cosecha fina, en casi todas las zonas se registraron rindes relativamente altos, en algunos casos incluso por encima de los del ciclo 2016/17.
Habrá que ver cómo es la calidad del grano, que en algunas zonas ha influido por excesos hídricos.
CONCLUSIÓN
El ciclo 2017/18 lo definirá el clima, en un contexto de precios internacionales planchados por inventarios holgados.