Los precios negociados por el trigo local a cosecha cayeron entre US$1/t y US$0,2/t en una semana, (tomando como referencia las posiciones diferidas de diciembre a febrero en MATba del jueves 16 al jueves 23) siguiendo la caída que se evidenció en el valor del cereal a nivel internacional. La caída en más abrupta, de entre US$5,5/t y US$6,5/t, si tomamos en cuenta los máximos alcanzados el día viernes 17. En los mercados externos, en cambio, el precio por el trigo de Argentina aumentó en la última semana, lo que arroja un mejor desempeño del precio del trigo argentino respecto al resto del mundo.
A pesar de la baja en el precio doméstico, se reportó un volumen negociado muy superior al de la semana pasada, en más de 100 mil toneladas, en total, para las forwards negociados con entrega en Rosario en los meses de noviembre hasta marzo (tomamos en cuenta una semana del viernes 17 hasta el jueves 23). Este valor, es mucho mayor al de la semana pasada, más si se tiene en cuenta que en la actual semana se tuvo un día menos por el feriado del día lunes.
Los datos de comercialización de trigo nuevo son más que robustos, a tal punto que desde el mercado se pregunta si este ritmo de negocios a cosecha podría llegar a impactar negativamente sobre la logística, principalmente sobre el mes de diciembre. Según datos de SIO-Granos a la fecha, se esperan 1,2 Mt de trigo con entrega a partir del mes de diciembre 2018, mientras que el año pasado a igual fecha este valor rondaba el millón de toneladas (para entrega diciembre 2017). En el año 2016, para el mes de diciembre, el mismo valor era de 350 mil toneladas. Según se puede observar en el gráfico adjunto, los datos de SIO-Granos explican en una parte significante los camiones que efectivamente ingresan al Gran Rosario. Esta mayor cantidad de camiones esperados no sólo deviene de una cosecha trigo mayor, sino también de un ritmo de compras que no tiene comparación con los últimos años donde se tiene registro. Al 15 de agosto la exportación ya lleva cerrados forwards por 5,22 Mt, lo que equivale al 25 % de lo que se espera cosechar a fines de este año. Al mismo tiempo, las DJVE alcanzan 4,8 Mt lo que equivale a decir que prácticamente los exportadores ya han vendido casi todo lo que esperan recibir a partir de diciembre de este año.
El precio del trigo disponible relevado por la Cámara de Cereales de la BCR, de $6550/t en el día jueves 23, a pesar de que se mantuvo constante en pesos cayó US$3,3/t cuando se lo mide por el tipo de cambio comprador del banco nación. El disponible sigue varias semanas de poca negociación. El volumen diario promedio negociado por el trigo con entrega inmediata y contractual cayó en la última semana alcanzando las 4 mil toneladas mientras que el total negociado apenas superó las 16,5 mil toneladas.
La caída en los mercados internacionales se explica por una combinación de precios muy altos, que alcanzaron máximos históricos, luego del fuerte repunte que se evidenció a principios de agosto a medida que se conocían los rindes efectivos de las cosechas en los diferentes países del hemisferio norte y por la disipación de los rumores acerca de que el trigo de Rusia podría sufrir restricciones en el comercio exterior. El miércoles 22, fue el día en el que finalmente, se terminaron por disipar los rumores acerca de que Rusia podría poner restricciones a las exportaciones de cereales del país. Este ruido en el mercado se había mantenido en la semana a pesar de que diferentes funcionarios del gobierno ruso habían salido públicamente a desmentir esta posibilidad.
Ante una disminución en las exportaciones de Rusia en esta campaña, luego de una cosecha reducida por la sequía, estas medidas hubieran implicado un fuerte impulso alcista, aún mayor, para el cereal. En el informe pasado del USDA, del viernes 10 de agosto, las proyecciones de producción de trigo de Rusia fueron corregidas hacia arriba, de 67 Mt a 68 Mt, para la campaña actual 18/19. Se puede decir que este factor tuvo la mayor preponderancia en el efecto bajista del precio que se mantiene hasta hoy, debido a que el mercado esperaba un deterioro aún mayor de la cosecha. Rusia en la campaña 17/18 fue el principal exportador del cereal, alcanzando envíos por más de 42 Mt (millones de toneladas).
Los factores mencionados, hicieron caer los precios del cereal en las principales plazas del mundo salvo en los precios relevados por el Ministerio de Agroindustria, para el precio FOB a cosecha de los puertos de Argentina. A pesar de que tomamos este valor como referencia para tener una serie histórica y así comparar los precios del cereal, se observó un incremento menor efectivo en los precios relevados a los brokers del mercado FOB, para los puertos de Rosario, en al menos US$1/t en la semana. De cualquier manera, este aumento explica un mayor interés por la demanda externa para hacerse de trigo argentino de la próxima cosecha.
Coyuntura productiva del trigo local
El cultivo de trigo en la región núcleo está finalizando la etapa de macollaje y casi entrando en el estadio de encañazon. A pesar de las recurrentes heladas, el cereal sostiene una buena condición fisiológica y no se reportan daños de magnitud por estos eventos, más allá del quemado en punta de hoja.
En cuanto a la condición hídrica, el cultivo aun no acusa déficit de humedad aunque sí se necesitan lloviznas para la incorporación en el suelo de los fertilizantes nitrogenados y su absorción por parte de la planta. Las reservas en profundidad son adecuadas para mantener a los macollos, sin embargo en el estadio de encañazon el cultivo demandará más agua. En el norte del país, en cambio, el cereal ya transita los estadios reproductivos sin la humedad suficiente. Esto repercutiría en el rinde final.
Lamentablemente, los pronósticos a corto plazo no indican lluvias para la región central. Sin embargo, a mediano plazo aparece el fenómeno ENSO en escena. Tal como se puede observar en los siguientes gráficos, según el NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) las posibilidades de que le fenómeno de El Niño tenga lugar son del 70% durante los meses de agosto-octubre. Esto significa que ocurrirían precipitaciones por encima de la media histórica que restablecerían la humedad para los meses más demandantes de agua por parte del trigo y para afrontar la siembra de los cultivos de verano.