El garbanzo, cultivo que contó con el mayor crecimiento en Córdoba en los últimos tiempos, se encontró en la actual campaña con un "verdadero desastre climático", debido a las heladas ocurridas en junio y julio, con mínimas que oscilaron entre -10,6°C y -9,4°C y que produjeron una merma en la superficie cosechable de garbanzo del 45%, al perderse 29.600 hectáreas de las 65.900 hectáreas implantadas.
Por otro lado, el informe de Aacrea señaló que "la zona Córdoba Norte, una de las principales regiones argentinas productoras de garbanzo, registró un desastre climático que ocasionará un recorte de la cosecha prevista de la legumbre en la presente campaña".
Por el lado del trigo, la presencia de dos eventos marcados de heladas, uno en junio y otro en julio (-8C° por más de cinco horas) afectó el desarrollo del cereal.
Su efecto "se manifiesta en pérdidas de distinta magnitud del follaje y retrasos fenológicos de hasta un mes respecto al año anterior, condiciones que impactarán sobre el rendimiento final del cereal", precisa el reporte.
Sumado a las heladas, el estrés hídrico comenzaba a manifestarse también, principalmente en el centro-norte de la provincia, donde –según la Bolsa de Cereales– "se hace indispensable la presencia de lluvias para frenar el deterioro de la condición general de trigo".
El reporte consignó que la reserva de agua útil en el suelo, al 30 de agosto, en la zona norte y centro-oeste de la provincia presentaba a la fecha condiciones de sequía.
La entidad bursátil evaluó que 100% triguera de la provincia –1.330.000 hectáreas– se encuentra fenológicamente en periodo de macollaje.
En cuanto al estado general, casi el 80% presentaba una condición entre bueno a muy bueno.
En tanto, un 9% de la superficie, cerca de 120.000 hectáreas, presentaba una situación regular, la cual se encuentra distribuida en los departamentos del norte provincial, donde los daños por heladas han afectado de manera importante al cultivo.
