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Santa Fe: Las altas temperaturas le pegaron fuerte al maíz y preocupa una caída en el rinde

Un tercio de los sembradíos de maíz del centro y norte de Santa Fe están afectados por las altas temperaturas y escasez de agua, lo que genera "preocupación en los productores por la merma potencial del rinde". De acuerdo con el informe semanal que confeccionan el Ministerio de...

Un tercio de los sembradíos de maíz del centro y norte de Santa Fe están afectados por las altas temperaturas y escasez de agua, lo que genera "preocupación en los productores por la merma potencial del rinde".

De acuerdo con el informe semanal que confeccionan el Ministerio de la Producción provincial y la Bolsa de Comercio de Santa Fe, "por encontrarse en su período crítico, un 35% de los cultivares mostraron marcados síntomas de deterioro".

El trabajo señala que se observa "marchitamiento de hojas, colores amarillentos de plantas y en casos extremos muerte de plantas, como consecuencia de las altas temperaturas y el déficit hídrico".

"Ante el avance de los estados fenológicos, las tareas de seguimiento y evolución de los cultivos cobran importancia día tras día, e influirán directamente en decisiones respecto del destino del maíz: autoconsumo/picado/embolsado - grano comercial", añade el texto.

El 5% de superficie sembrada presenta un estado regular, sin evidente recuperación; un 30% "de regular a bueno", y el 65% restante mostró "estado bueno a muy bueno" hasta la fecha.

Respecto del trigo, el informe señala que hubo una superficie cosechada de 308.400 hectáras (sobre una superficie sembrada de 309.000 hectáreas), con una producción de 895.400 toneladas.

En comparación con la campaña anterior hubo mayor superficie sembrada y cosechada y se utilizó más tecnología, y en cuanto a los resultados, los departamentos del sur de la región estudiada tuvieron rindes de "buenos a muy buenos", los departamentos del centro "buenos" y en los del norte "regulares".

Sobre el cultivo de soja, el proceso finalizó con la siembra de unas 900.000 hectáreas, ya que "la falta de agua útil en la cama de siembra en los últimos días de la fecha óptima de siembra fue una condición que influyó para que no se alcanzaran las 910.000 hectáreas" estimadas.

"En algunos sectores los cultivares manifestaron indicadores de déficit hídrico y cierto estrés, pero la situación se revirtió al registrarse precipitaciones y cambios en las temperaturas medias diarias", añade el informe.

Por otra parte, respecto de la soja tardía o de segunda, las precipitaciones permitieron reponer el agua útil en la cama de siembra, con lo cual se llegó a una superficie de 386.250 hectáreas sobre un total estimado de 515.000 para la presente campaña.

Finalmente, el sorgo fue uno de los cultivos más afectados por la falta de precipitaciones y elevadas temperaturas, lo que provocó estrés hídrico que podría verse reflejado directamente en el rendimiento, particularmente en los departamentos del norte del área y los sembradíos en primera instancia.

El proceso de siembra logró hasta ayer a un grado de avance del orden del 85%, lo que representa aproximadamente unas 52.700 hectáreas sobre una estimación de 62.000 hectáreas.