Así lo destacó el último informe emitido por la Bolsa de Cereales de Córdoba en la que se estimó una producción de 1,09 millones de toneladas. A su vez, se destacó que el arrancado y trilla avanza en toda la provincia con porcentajes de un 74% y 11%, respectivamente.
En cuanto a las precipitaciones, en marzo y abril los milímetros acumulados para 2017 duplican las del año pasado y las del promedio histórico en el sur provincial. Mientras que en lo que va de mayo, en 10 de 21 departamentos analizados, las lluvias superan a todo el mes del ciclo anterior y al promedio histórico.
La producción en caja de maní se ubicaría en 1,09 millones de Tns., siendo la segunda campaña más importante de los últimos 9 años, superada tan solo por 15 mil toneladas en la campaña 2014/15. El incremento del 27% se debe principalmente al aumento del rendimiento (12%) y la disminución de las hectáreas pedidas (-63%). Los departamentos con más superficie perdida por anegamiento e inundaciones son: General Roca (11.100 has) y Pte. Roque Sáenz Peña (3.500 has).
Si comparamos el avance de arrancado y cosecha de maní en relación a una campaña en donde la cosecha no se vio afectada por precipitaciones, como por ejemplo mayo del 2015, podemos observar que la campaña actual, se encuentra 22 y 12 puntos por debajo. Esto se explica principalmente por el retraso en los departamentos de General Roca y Pte. Roque Sáenz Peña, que concentran el 34% de la superficie manisera en Córdoba. Las precipitaciones acumuladas de cada departamento en el ciclo octubre 2016 - abril 2017 superan al promedio histórico (2007 - 2017) de los mismos en aproximadamente un 15% más.
Eventos climáticos
Desde que se inició la cosecha del cultivo, las precipitaciones incidieron de diferentes maneras de acuerdo a las regiones. En los departamentos del sur provincial, las lluvias duplicaron los registros del año pasado y del promedio histórico, intensificando los problemas de inundaciones que ya traía la zona y dificultando las tareas de trilla, ya sea por problemas en los caminos, lo que imposibilita acceder a los campos o por falta de piso en los mismos.
Por otro lado, en los departamentos del norte provincial, donde los cultivos estivales estaban atravesando sus períodos críticos, momento más susceptible para determinar el rendimiento, las precipitaciones de este año fueron inferiores al ciclo anterior y al promedio histórico, provocando mermas en los rendimientos de entre 2 a 10 quintales.