Es sabido que el proceso de agriculturización compite con la ganadería por tierras desplazándola en consecuencia hacia zonas de menor aptitud agrícola. Por lo cual, la producción de carne por unidad de superficie en estos ambientes, como en planteos productivos intensivos, se debe basar en el aprovechamiento eficiente de los recursos forrajeros naturales e implantados.
En este sentido, la tecnología de los alambrados eléctricos adquiere un renovado rol en los procesos de producción, pasando a ser una herramienta valiosa para el desarrollo de los sistemas ganaderos, extensivos e intensivos. Permite hacer subdivisiones permanentes o temporales de forma rápida y económica para un mejor uso del pasto.
De este modo, se logra un excelente manejo de la carga animal, intensificando el pastoreo en forma planificada y controlada.
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¿Cómo se puede evitar el deterioro de los recursos forrajeros?
Mirando un contexto de sistemas extensivos, el pastoreo continuo de los pastizales representa un problema. A pesar de que permanecen productivos todo el año, el pastoreo continuo -sin ajuste- no acompaña la producción de forraje a lo largo de las estaciones.
Para evitar los procesos de deterioro de estos recursos forrajeros, se puede recurrir a la implementación de un pastoreo alternativo planificado y ordenado, acorde a las condiciones agroclimáticas, para favorecer la recuperación del pastizal. Para lo cual, hay que pensar en dividir los potreros utilizando el alambrado eléctrico, por su menor costo.
De esta forma, con la implementación de un pastoreo alternativo flexible y con la subdivisión del campo en áreas homogéneas de vegetación, se restituirá la calidad de los pastos y la optimización de la eficiencia de producción; pudiendo utilizara altas cargas instantáneas, seguidos por el descanso de los potreros.
Es entonces que, mediante la utilización del alambrado eléctrico, se logra un manejo sustentable de los recursos forrajeros, mejorando a su vez el manejo del rodeo, la eficiencia del sistema e incrementando la productividad de la empresa.
Fundamento del sistema
Se basa en el aprendizaje por asociación que realiza el animal. Se trata de que el dolor producido por la descarga eléctrica “patada” sea recordado por el mismo, logrando que ellos sientan respeto por el alambrado, obteniéndose así una barrera de contención.
Para que este efecto psicológico de contención sea efectivo, es fundamental mantener constante la intensidad del pulso eléctrico a lo largo de toda la línea.
¿Qué hay que considerar antes de instalar de un sistema de alambrados eléctricos?
Es importante antes que nada, tener perfectamente en claro qué es lo que se pretende hacer, con el fin de no incurrir en equivocaciones.
Para ello hay planificar, teniendo en cuenta la superficie, las subdivisiones a electrificar, los tipos y duración de los alambrados –permanentes, semipermanentes, transitorios-, el tipo de animales –considerando la edad, raza y sistema productivo-, y el tipo de suelo de la zona.
¿Cuánto cuesta?
Para dar una precisión sobre el costo de instalación de un alambrado eléctrico, debemos compararlo con la construcción de un alambrado convencional de 7 hilos. Por lo tanto, hay que considerar el ahorro de tiempo, la simplicidad, la posibilidad de armar y desarmar el sistema instalado fácilmente y, tener en cuenta que es ostensiblemente más barato.
El alambrado convencional cuesta, con materiales y mano de obra, entre 5 a 8 U$S, dependiendo la zona del país, mientras que el alambrado eléctrico cuesta entre 2 a 3 U$S.
Utilizar elementos de mala calidad
A la hora de construir un alambrado eléctrico se debe presupuestar los insumos necesarios, pudiendo recurrir a aquellos elementos que se disponen en el establecimiento, pero no se debe exagerar en el ahorro.
Los elementos caseros pueden ser muy baratos, pero traen problemas y llevan irremediablemente a tener un sistema de electrificación ineficiente y caro.
El armado de la instalación insume relativamente poco tiempo, pero si se usan los materiales inadecuados, el tiempo que demanda el mantenimiento posterior, es superior al del armado. Hay que recordar que el insumo más caro siempre será el tiempo.
Invirtiendo lo necesario en la adquisición de materiales de buena calidad, se logrará una instalación de bajo costo de mantenimiento, máxima eficiencia y mayor durabilidad.
¿Qué riesgos trae la instalación?
La instalación del alambrado eléctrico agrega una tarea con una cierta complejidad al trabajo rural y como tal, requiere que se adopten las instancias de planificación y diagramación de las parcelas a electrificar.
Para ello, antes de iniciar la instalación de un sistema, lo primordial es conocer y entender conceptualmente el fundamento de su funcionamiento. Por lo es indispensable capacitar a los operarios rurales, para abordar aquellos temas que hagan a la correcta instalación de los alambrados y el uso de los electrificadores, especialmente en regiones semiáridas y áridas; donde la poca o nula humedad del suelo dificultan su correcto funcionamiento.
En el sector pecuario, observar pautas de seguridad laboral, es un tema que no debe estar ausente en la gestión de las empresas, por lo que también hay que incluir en las capacitaciones el abordaje de la prevención de los riesgos a los que están expuestos quienes realizan estas tareas. Esto contribuirá a aumentar la eficiencia de la ganadería dentro de un marco de sustentabilidad ambiental, económica y social.
En este sentido, un punto a considerar en la implementación de las medidas de seguridad, es la correcta elección del electrificador. Cuando sea necesario comprar un boyero, hay que asegurarse que los mismo cuenten con las respectivas certificaciones de seguridad, homologadas por normativas de la República Argentina. (Normas de Seguridad IEC60335-2-76 y IEC 479-2).
Con esto se garantiza que el producto reúne las condiciones de seguridad, tanto para las personas, como para los animales que entran en contacto con el cerco eléctrico; advirtiendo que el uso de electrificadores que no cumplan con las normativas de seguridad eléctrica, podrían provocar accidentes fatales.
Para poder asegurar la sustentabilidad y la biodiversidad de los sistemas y lograr mayores índices productivos por unidad de superficie, se requiere generar espacios de capacitación de los RRHH.
En ese sentido, los profesionales del sector agropecuario son los indicados para abordar el asesoramiento integral, incluyendo todos los elementos involucrados en la producción, como en el correcto armado del alambrado eléctrico, para mejorarlos o modificarlos, optimizando así la eficiencia de las empresas.
Muchas veces, por no entender conceptualmente el fundamento de su funcionamiento, no se logra maximizar las posibilidades que ofrece el alambrado eléctrico, por lo que, en este caso, es importante capacitar al personal rural en su correcto armado y mantenimiento.
Hoy la capacitación es imprescindible: Los recursos humanos capacitados representan una diferencia cualitativa y competitiva dentro de las empresas agropecuarias, que demandan personas que se integren y compartan los objetivos fijados. La diferencia está en aquellos que saben porque se hacen las cosas, con respecto a aquellos que solo hacen las cosas.
En tal sentido, los ingenieros agrónomos y los veterinarios, quienes, con su visión sistémica, son los indicados para aportar sus conocimientos, para ayudar a instalar y solucionar aquellos errores que puedan afectar el correcto funcionamiento del sistema.