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Según una reciente proyección científica, el mar crecerá dos metros para 2100

Las nuevas estimaciones, más pesimistas que otras realizadas con anterioridad, fueron publicadas en la revista especializada y se basan en una mejor comprensión de cómo se comportó en el pasado la capa de hielo de la Antártida y en un análisis de cómo ésta se verá afectada por...

Las nuevas estimaciones, más pesimistas que otras realizadas con anterioridad, fueron publicadas en la revista especializada y se basan en una mejor comprensión de cómo se comportó en el pasado la capa de hielo de la Antártida y en un análisis de cómo ésta se verá afectada por el cambio climático en el futuro.

"Plantean un desafío para los científicos y para quienes hacen las políticas por igual", aseguran los expertos Michael Oppenheimer, de la Universidad de Princetown, y Richard Alley, de la Universidad Estatal de Pensilvania, los autores de este artículo, según consignó la agencia de noticias EFE.

Para los investigadores, la principal dificultad que se les presenta a quienes deben tomar decisiones sobre política costera es que tienen que hacerlo en base a proyecciones que no solo "varían rápidamente", sino que también contienen un margen de incertidumbre "persistente".

Por ese motivo, los expertos también reconoce las dificultades que tienen los científicos para poder realizar esas proyecciones con una mayor precisión.

"La principal razón para que tengamos dificultades en predecir el cambio en el nivel del mar es la comprensión limitada sobre las corrientes glaciares", admiten.
Oppenheimer y Alley consideran que "los cálculos de la capa de hielo de la Antártida y sus alrededores continúan siendo escasos y difíciles" y que "los datos insuficientes limitan la comprensión física".

Según los estudios en los que se basaron, la región del glaciar Thwaites, sobre el mar de Amundsen, en la Antártida occidental, sería el lugar más probable para una rápida pérdida de hielo con su consecuente impacto en el nivel del mar, ya que es una zona que está siendo afectada por un continuo y acelerado retroceso de los glaciares.

"Necesitamos un programa de investigación enfocado en el campo y en observaciones remotas de las partes de la Antártida que aparentan ser inestables, especialmente en la bahía del mar de Amundsen", aseguró Oppenheimer , tras añadir que también debería ponerse otro foco en partes de Groenlandia.