En la última semana pasaron muchas cosas: después de llevar las retenciones al máximo establecido por el Gobierno de Macri, se conoció el proyecto de Ley de Emergencia que incluía 3 puntos más de derechos de exportación para el agro; y en los últimos días se aprobaba en ambas cámaras del Congreso. Todo eso, a la par de las manifestaciones que empezaban a darse en algunas partes del país, variadas, por cierto, porque iban desde asambleas hasta protestas al costado de la ruta, pasando por los paros de comercialización impulsados en el NOA y NEA. Casi todas esas manifestaciones, bajo la cabeza de la dirigencia de agro que, mientras tanto, intentaba negociar con el Gobierno nacional.
Sin embargo, en algunas partes de la Argentina los productores se salían de ese esquema y ese autoconvocaban. Es el caso de los que pertenecen a la localidad de Alto Fierro, en la provincia de Córdoba, que desde el domingo pasado llegaron con tractores y casillas a la ruta para expresarse contra esta suba de retenciones.
Alejandro Dalmaso es miembro de ese grupo de productores autoconvocados que llegaban a la ruta esperando una vuelta atrás de la administración Fernández, y remarcaba que no se sienten representados por la dirigencia que nuclea la Mesa de Enlace: “Hasta sentimos vergüenza por lo que vemos de algunos ex dirigentes como Eduardo Buzzi, que ahora se toma muy liviano este tema y habla de la plata y el sacrificio de los otros, haciendo un deporte que ya es el nacional: solidaridad con la plata ajena”.
El agricultor cordobés contaba remarca que no hay instancia de diálogo posible con quienes quieran aumentar impuestos y presión fiscal a un sector como el campo, con el aporte que le significa a la economía. “Nos están arrastrando a una situación que ya conocemos, y si nos manifestamos no es porque nos dé placer sino porque juegan a ponernos entre la espada y la pared”, decía en diálogo con Radio Campo -por Radio Colonia-.
Sobre esto, el ex presidente de CARBAP, Horacio Salaverri, miembro de la dirigencia agropecuaria desde 1987, insiste en que “se puede representar sólo a aquel productor que entiende cuáles son las reglas de la representación, que implica que el que representa acuda a cierta flexibilidad para negociar y plantear sus ideas”.
“Hay mucha gente que tiene un concepto mucho más duro en momentos como este sobre las relaciones y el diálogo que deberíamos tener con los Gobiernos, y es una manera de ver la cuestión que yo respeto, pero los que estamos en el gremialismo entendemos que somos el puente en la relación entre los productores y los Gobiernos, y si ese puente se rompe, se quedan sin negociación”.
Por eso, el actual tesorero de la entidad que nuclea a productores de Buenos Aires y La Pampa destaca que “si pusiéramos en marcha políticas de rompimiento, no le serviríamos a nuestros representamos”, y agrega que “hasta el final, tiene que haber diálogo”.
Por supuesto, rescata, que hay límites en los que se acude a la acción, y pone como ejemplo el 2008 y la discusión por la Resolución 125. “Si las entidades rompemos todo, dejamos de representar porque no podemos dialogar con los Gobiernos”, concluyó.