Dicha reducción podría lograrse popularizando alimentos bajos en proteína, aumentando las importaciones de sustitutos de harina de soja e impulsando la producción interna. Además, la demanda de soja del sector de la crianza del país asiático también está debilitándose.
Actualmente China está promoviendo la aplicación de la tecnología de alimentos bajos en proteína para criar cerdos y pollos.
Una investigación realizada por Yin Yulong, de la Academia de Ciencias de China, muestra que la producción y la calidad de la carne de cerdo no se ven afectadas al reducir la cuota de proteína en los piensos si se agregan cuatro aminoácidos específicos en diferentes etapas de crecimiento de los animales.
De acuerdo Zhang Haitao, del Departamento de Tecnología de la compañía Guangdong Evergreen Feed Industry, China cuenta con suficiente capacidad de producción de aminoácidos, y el uso de una fórmula de alimentos baja en proteínas puede reducir la demanda del país por harina de soya entre el 5 y el 7 por ciento, lo que equivale a unos 5 millones de toneladas del grano.
Como resultado, es "operable y sostenible" bajar la demanda de la soya a través de la utilización de alimentos bajos en proteínas, sostuvo Zhang.
La harina de soya no constituye la única fuente de proteína en los alimentos. La harina de colza, las semillas del algodón y de girasol y la nuez de palma pueden utilizarse como sustitutos.
La razón principal por la que la harina de soja es el ingrediente calve de los piensos es su bajo precio. Pero a medida que este aumenta, se hace posible elegir sustitutos.
Li Qiang, presidente de Shanghai JC Intelligence, asegura que las importaciones de sustitutos de harina de soya por parte de China "cuentan con un enorme espacio de crecimiento".
"Si en el transcurso de este año China incrementa las importaciones de colza en 2,5 millones de toneladas, harina de semillas de girasol en 3,5 millones de toneladas, y harina de nuez de palma en 3 millones de toneladas, en teoría el país puede reducir las importaciones de soja en 6 millones de toneladas", dijo Li.
China, además, puede elevar su capacidad para el autoabastecimiento con cultivos oleaginosos.
Hace unos meses, el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales anunció que este año los cultivos de soya del país se incrementarían en unas 666.667 hectáreas.
Fu Tingdong, profesor de la Universidad Agrícola Huazhong, en la provincia central de Hubei, dijo que 4 millones de hectáreas de tierras arables e inactivas y de marismas en la cuenca del río Yangtse podrían usarse para plantar soja.
Las pérdidas que ha sufrido el sector de la crianza desde marzo pasado también han afectado la demanda por la soja y sus derivados. Durante el segundo trimestre, el consumo de harina de soja en el país asiático se redujo en un 1,3 por ciento interanual.
Expertos pronosticaron que la demanda de harina de soja continuará cayendo en los próximos meses con respecto al año pasado.