La ley establecida para este fin contempla la detención y multas de hasta 3 mil dólares para quienes violen la norma. Aunque la medida fue aprobada por el Parlamento de ese país el pasado sábado, aún falta que la mediad sea aprobada por el presidente Abdel Fata Al Sisi.
El río Nilo proporciona toda el agua dulce para los 100 millones de habitantes de Egipto; y ante la perspectiva de ver disminuido su caudal, el mandatario egipcio informó que su gobierno construye plantas desalinizadoras en el Mar Rojo para reducir su dependencia del legendario río, en tanto Etiopia avanza en los trabajos de la presa.
La construcción de la presa, una obra de 4 mil millones de dólares que comenzó en 2012 ha desatado tensiones entre Egipto y Etiopía, por lo que se han celebrado múltiples rondas de conversaciones sobre el tema.
El Cairo argumenta que tiene los “derechos históricos” sobre el río, garantizados por tratados de 1929 y 1959 que le otorgan 87 por ciento de la corriente del Nilo, y como parte de ello, el poder de vetar los proyectos en curso.
A diferencia de Egipto, el territorio de Etiopía recibe abundante lluvia y no depende del Nilo como fuente de agua, indicaron algunos analistas.