La mayor asociación de productores de ganado estadounidense la Natonal Cattle and Beef Asociation, dijo el viernes que está "muy preocupada" por la promesa del presidente Donald Trump de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), lo que pone en duda si la industria seguirá disfrutando de su actual nivel de acceso a mercados en México y Canadá, de acuerdo a la agencia Bloomberg.“El pacto ha sido muy lucrativo para ganaderos, dijo el grupo Asociación Nacional de Criadores de Ganado Bovino.
"Los estadounidenses no van a comer más carne al mismo precio", dijo Kent Bacus, director de comercio internacional y acceso al mercado en la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Bovino (NCBA, por sus siglas en inglés). "Si hay un superávit, tenemos que trasladar ese producto a otros países, y para sostener la expansión, necesitamos dirigirnos a los mercados de exportación".
Las exportaciones de carne de Estados Unidos aumentaron 78% en volumen desde 1993, el año anterior a la promulgación del Nafta, según datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. A partir de 2015, Méjico fue el mayor comprador extranjero de carne bovina estadounidense y Canadá fue el número 4, según cifras de la Federación de Exportación de Carne de los Estados Unidos (USMEF).
Esos tipos de mercados de exportación con hambre son muy necesarios. El stock de ganado de los Estados Unidos se expandió en 2016 por tercer año consecutivo, el tramo más largo en una década. Las existencias de carne congelada alcanzaron un récord a finales del año pasado.
Para el 2017, el USDA prevé que la producción doméstica aumentará a 11,808 millones de toneladas y las exportaciones a 1,19 millones de toneladas, los niveles más altos desde 2011.
La NCBA, que representa a más de 175.000 productores de ganado, también lamentó la retirada de EEUU del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), el pacto comercial propuesto de 12 naciones que incluye a Japón, Singapur, Australia, Canadá y Chile. La industria de carne de EEUU está perdiendo US$ 400,000 al día debido a los aranceles más bajos para la carne australiana con destino a Japón, según Colin Woodall, vicepresidente de asuntos gubernamentales de NCBA.
