Las autoridades del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y de la Secretaría de Agroindustria de la Nación –junto con los gobiernos provinciales de Neuquén, Río Negro y Mendoza, y el sector privado– se encuentran realizando gestiones para revertir la suspensión de la exportación de peras y manzanas dispuesta por Brasil ante la detección de larvas de carpocapsa (Cydia pomonella) en cargamentos inspeccionados en la frontera.
“Esta suspensión es una luz amarilla que nos pone Brasil. Estamos trabajando desde cada uno de los sectores involucrados, públicos y privados, para lograr que se levante lo antes posible la suspensión”, explicó el vicepresidente del Senasa, Guillermo Rossi.
Con el fin de retomar a la brevedad las exportaciones de ambas frutas, el Senasa está manteniendo negociaciones con el Departamento de Sanidad Vegetal del Ministerio de Agricultura Pecuaria y Abastecimiento (MAPA) a los efectos de ampliar la información técnica enviada y las medidas tomadas con respecto a dichas intercepciones basadas en el plan de trabajo. Para eso, ya está acordada una videoconferencia en las próximas horas para normalizar el comercio.
A su vez, se está trabajando con productores y exportadores a cuyos cargamentos enviados con destino al vecino país se le detectaron larvas vivas de la plaga, con medidas como la suspensión de establecimientos, unidades productivas, galpones de empaque y exportadores. Esto además implica una investigación documental y técnica para encontrar las razones de la presencia de la plaga según lo acordado en dicho plan de trabajo.
“Nosotros venimos aplicando todas las medidas contempladas en el plan de trabajo acordado con Brasil en 2015 y que hasta ahora había dado muy buenos resultados, pero este año se han dado intercepciones. Por ello extremamos los controles, un trabajo que estamos realizando junto con las provincias y el sector privado, con quienes nos reunimos la semana pasada”, explicó Rossi.
Cabe recordar que este plan de trabajo implica la ejecución de un Sistema de Mitigación de Riesgo con una serie de medidas técnicas y sanitarias que tienden a minimizar o reducir el riesgo de transmisión de la carpocapsa, dado que Brasil es libre de la plaga.